El último truco para evitar los radares es una matrícula con persianas

Un conductor de Estados Unidos instaló este método en su vehículo para eludir las cámaras de velocidad y las de los peajes.

matricula

Foto: TikTok: @newjersey1015

Hojas de plástico, hojas reales, pegatinas que hacen desaparecer los números y letras cuando entra en acción el ‘flash’ del radar… Los trucos o trampas para evitar ser interceptado por este tipo de dispositivos parecen no tener fin. Ahora, llega el último: un sofisticado método que parece sacado de una película de espías. 

Para saber cómo funciona, hay que poner rumbo a Estados Unidos. Allí, los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut han unido fuerzas para lidiar con un serio problema: las tácticas que los conductores emplean para ocultar sus matrículas y, así, evitar la acción de los radares. 

Una auditoría realizada en Nueva York ha desvelado que los conductores de esta ciudad han logrado esquivar las multas por exceso de velocidad con este tipo de trucos. El importe evadido asciende a más de 100 millones de dólares (91,81 millones de euros, según el cambio actual). 

A esto hay que añadir que emplean este mismo método para evitar el pago de peajes: en 2023, las autoridades consiguieron recuperar 25 millones de dólares (87,22 millones de euros) en impagos. 

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A man who accrued nearly 300 unpaid toll violations was arrested after trying to block his license plate while crossing the George Washington Bridge. According to the Port Authority, he now owes the agency close to $20,000 after evading $5,167 in #newjersey#nj#gwbridge#njnews#newjerseynews#crime#bmw#gardenstate

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Casi 300 multas

Entre ellos podría estar el propietario de un BMW, que bien podría ser el vehículo de un agente secreto. Las autoridades le interceptaron cuando circulaba por el puente George Washington, donde, precisamente, hay un peaje. Se dieron cuenta de que la matrícula no era visible y le dieron el alto. 

El dueño del citado vehículo había instalado un dispositivo que accionaba con un botón: cuando lo hacía, una pequeña persiana tapaba la placa. Así eludía la acción de las cámaras de los radares y los peajes. 

Cuando los agentes revisaron su historial, descubrieron que tenía 292 multas sin pagar. A ellas hay que sumar los 5.167 dólares (4.700 euros) que debía en peajes y 14.600 dólares (13.400 euros) más de otras tarifas. En total, casi 20.000 dólares (18.300 euros). 

Como resultado, el conductor del BMW enfrenta una serie de cargos que incluyen robo, manipulación de documentos oficiales y posesión de herramientas de robo. También le han citado por no haber podido presentar su seguro y por mostrar incorrectamente las placas. 

Manipular la matrícula del coche en España

Cabe recordar que, en España, manipular la matrícula está prohibido. Así lo establece el artículo 10 de la ley de tráfico: “El conductor debe asegurarse de que las matrículas no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación”.

Por lo tanto, también está penado. La Policía Nacional advirtió en su cuenta de Instagram que “la broma de ocultar la matrícula te puede salir muy cara. La placa debe ser siempre perfectamente visible”. En caso contrario, el conductor se enfrenta a dos posibles sanciones.

Cualquier error en la tipología de la matrícula, los fallos que impidan leer correctamente tanto los dígitos como las letras o la existencia de algún elemento que tape o dificulte su correcta visión supone una infracción grave. El castigo, por lo tanto, es de 200 euros sin pérdida de puntos: el mismo que se aplica a aquellos coches que circulan sin matrícula.

Si el conductor manipula las placas cambiando o alterando los elementos que la componen, usando algún sistema para ocultarlas o portando una identificación que no le pertenece, la multa puede llegar a ser de hasta 6.000 euros más la resta de seis puntos en el carné de conducir.

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Elena Sanz Bartolomé

Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.

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