Apple es uno de los gigantes tecnológicos de las últimas décadas. En estos últimos años, viene ocupando uno de los primeros lugares en términos de capitalización bursátil a nivel mundial. De hecho, en ocasiones, ha sido la empresa con la mayor capitalización bursátil del mundo, compitiendo con otras grandes empresas tecnológicas como Amazon, Microsoft y Alphabet (la empresa matriz de Google).
Además de sus ordenadores, tabletas, teléfonos móviles o relojes, también se vino rumoreando con fuerza que estaban detrás de la fabricación de un automóvil. Tras unos últimos años en los que casi cada mes salía una noticia que confirmaba hasta el día exacto en que el coche eléctrico se presentaría en sociedad, finalmente los ejecutivos de Cupertino han desistido de continuar adelante con este proyecto.
Hace ya una década que comenzaron a gestar el denominado ‘Proyecto Titán’ un esfuerzo multimillonario que habría llevado a Apple a una nueva industria, como es la de la automoción. Para ello llegaron a contratar a una gran plantilla; se habla de solo 2.000 personas para este proyecto. Aunque finalmente, tal y como desveló Bloomberg hace un par de meses, la compañía de Tim Cook desistía seguir adelante y cancelaba el programa.
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El primer coche de Apple
Aunque suene poco creíble, Apple ya ha tenido un coche con el logotipo de la manzana mordida en el mercado. Corría el año 1996 y el consejero delegado de la compañía tecnológica en aquellos momentos, Michael Spindler veía cómo el futuro de la firma corría grave peligro. En aquella segunda mitad de la década de los 90, Apple se encontraba en serios problemas financieros. Steve Jobs todavía tardaría unos meses en regresar a la compañía.
Así, buscando formas de paliar la crisis en la que se encontraban, a Michael Spindler se le ocurrió explorar nuevos mercados en los que los ordenadores no fueran los protagonistas para llegar a un mayor número de compradores. La solución la encontró en Renault. La firma gala en aquellos momentos se había posicionado como una marca de coches que estaba muy ligada a un público joven, gracias a sus campañas JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados).
La unión de las dos marcas era el punto perfecto para la compañía tecnológica. De esta manera, Renault lanzó una edición especial de su Clio con el logotipo de la manzana. Así nacía el Renault Clio Apple. Un modelo que ofrecía dos dispositivos Apple de regalo para los compradores: un ordenador portátil Macintosh PowerBook 190 Color y un teléfono móvil GSM. Este último no era de la compañía de la californiana, aún faltaban unos años para que lanzaran el iPhone.
Renault Clio S Apple
La edición especial del Clio Apple contaba con la base del Clio Sport de aquella generación. Su motor de cuatro cilindros en línea y 1,4 litros de cubicaje entregaba 80 CV de potencia (aunque también existía una versión de 1,8 litros y 110 CV). Su velocidad máxima era de 172 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos. Por su parte, el consumo era de 7,1 litros cada 100 kilómetros. Cabe destacar que se entregaba con un equipo de audio estéreo con panel frontal extraíble con radio AM/FM, casete autorreverse, 6 vatios por canal y control remoto montado en el volante.
El Clio de aquella época era un coche compacto. Medía tan solo 3,7 metros de largo por 1,6 metros de ancho. Disponía de cinco plazas y cinco puertas, incluyendo el portón trasero que daba acceso a un maletero de 265 litros de capacidad. Para concluir, montaba una transmisión manual de cinco velocidades.
Coche de coleccionista
El precio de la versión de 1,4 litros y 80 CV, en aquellos momentos, incluyendo el ordenador portátil de Apple y el teléfono móvil, era de 1.475.000 pesetas en el concesionario (al cambio de hoy 8.864 euros). Hoy, 27 años después, algunas de las pocas ediciones especiales del Renault Clio Apple que quedan en el mercado se cotizan al alza. Los seguidores de la firma de la manzana mordida son legión y algunos pueden pagar lo que sea necesario por un producto de la compañía de Cupertino.
Así, buscando en páginas web de España, existen algunos pocos modelos que tienen un precio realmente alto. Alrededor de los 11.475 euros. Más de 2.600 euros de lo que en su día costó.
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