Los ciudadanos irresponsables no están dando tregua a las playas españolas esta semana. Si ya es malo que cientos de personas han arrasado las Dunas de Maspalomas buscando un tesoro de 1.000 euros escondido en la arena con motivo de una campaña publicitaria, peor es que un conductor negligente haya entrado con su coche para hacer trompos en la playa Gran de Palamós, en Girona.
Varios vecinos de la zona presenciaron cómo el conductor entraba con su propio coche en la arena y comenzaba a derrapar y a hacer trompos, ante lo que empezaron a grabar vídeos y a publicarlos en redes sociales. Gracias a estas grabaciones, la Policía Local de Palamós ha podido identificar y detener al infractor. Posteriormente se ha descubierto que es reincidente.
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Los hechos se produjeron el pasado sábado en la playa Gran de Palamós. El conductor, francés, introdujo su SUV, que parece un Audi Q5, en la arena. En los vídeos se ve cómo, una vez dentro, el ya detenido empieza a conducir de manera temeraria, realizando giros, y, pasados unos minutos, abandona la arena por una zona de aparcamiento que conecta con el acceso a la playa.
El Ayuntamiento de Palamós ha confirmado en su perfil de X (Twitter) que este conductor negligente ha sido detenido gracias a los vídeos y documentos gráficos aportados por los vecinos que se encontraban cerca de la playa y presenciaron los hechos. En este vídeo publicado por el Diari de Girona se puede ver cómo conduce el detenido:
Además, tras la detención, se ha averiguado que este conductor es reincidente y que en este caso circulaba bajo los efectos del alcohol. Para más inri, lo es por conducción temeraria y por alcoholemia. Por último, sobre el coche pesan varias multas por exceso de velocidad sin pagar, siendo de suponer que era él mismo quien lo conducía en las fotografías del radar.
Conducción temeraria y alcoholemia
Según ha informado el Ayuntamiento de Palamós, las infracciones por las que se le detuvo son conducción temeraria y alcoholemia, con una multa de 1.000 euros. Esta primera infracción ya supone una multa de 500 euros y la pérdida de seis puntos del carnet a conductores españoles.
Respecto a la alcoholemia, las multas empiezan a partir de los 500 euros si se superan los 0,25 mg/l y en caso de dar más de 0,5 mg/l, la cantidad de duplica hasta los 1.000 euros. A partir de una tasa de alcohol de 0,6 mg/l, se considerará delito penal.
En el caso de los conductores reincidentes que hubieran superado la tasa máxima de 0,6 mg/l en el año anterior a la nueva infracción, la sanción será directamente de 1.000 euros. Si la multa total de este conductor ha sido de esta misma cantidad por las dos infracciones, su última infracción por alcoholemia será de hace más de un año y la tasa de alcohol espirado del pasado sábado, menor a los 0,5 mg/l.
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