Con 2,55 metros de longitud, 1,26 metros de ancho y 1,29 metros de alto es el pick-up más pequeño del que se tiene noticia. Su peso era de solo 290 kilos, pero resultaba completamente funcional en su zona de carga.
Fue fabricado en Japón en 1961 por la compañía Aichi Machine Industry al estilo de los microcoches conocidos como kei-cars, y solo estuvo a la venta durante dos años. Pero solo en este tiempo se vendieron nada menos que 4.645 unidades.
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Un exterior curioso
El Cony Guppy tenía una parte delantera muy afilada que terminaba con unos faros redondos y una parrilla del radiador pintada en el mismo color de la carrocería.
Las puertas laterales de acceso eran de estilo suicida, es decir, con un sistema que las abre de delante atrás, al contrario de lo habitual. Por supuesto, detrás contaba con una minibañera, útil solo para llevar algunos paquetes pequeños y distribuirlos por las ciudades, algo así como el reparto de último kilómetro que se hace con furgonetas, ya muchas eléctricas, hoy en día.
Interior y mecánica básicamente útil
El interior del Guppy era tan básico como corresponde a un par de asientos para dos ocupantes, con un panel frontal en el que se sitúa el volante y un velocímetro.
Sus ruedas también eran minúsculas, ya que solo medían ocho pulgadas. Eso sí, tenía suspensión independiente a las cuatro ruedas, así como una transmisión automática de tipo variador continuo.
Respecto a su mecánica, se trataba de un motor monocilíndrico de dos tiempos y 199 cc, con una potencia que llegaba a los 12 CV.
Su construcción, finalizada en 1963, dio paso a un pick-up de mayor tamaño, aunque también de dimensiones compactas.
El nombre de Guppy pasó al de un microdeportivo descapotable y de dos puertas se apellidó Sport.
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