El papel de los coches en el mundo del cine ha sido clave en la historia del celuloide: desde modelos míticos grabados en la retina de los espectadores a espectaculares persecuciones, pasando por roles de mero atrezzo para dar color a la película de turno. Pero no solo delante de las cámaras desempeñan su función, también detrás de ellas… o incluso debajo de ellas, como es este caso.
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La compañía Pursuit Systems, especializada en la grabación de escenas de acción, ha cogido un Ford Edge ST y lo ha convertido en una cámara sobre ruedas que utilizará en futuros proyectos tanto de cine como de publicidad.
Para ello, el todocamino ha sufrido importantes modificaciones. El techo cuenta con una baca especial sobre la que se ha instalado el sistema de grúa que incorpora la cámara, lo que supone nada menos que 400 kilos de peso extra. Para soportarlo monta una suspensión neumática, además de que se han eliminado elementos superfluos con el fin de aligerar masa en la medida de lo posible.
Dado que el vehículo alcanzará velocidades de hasta 160 km/h durante las grabaciones, cuenta con una jaula antivuelco en el interior del habitáculo para asegurar la seguridad de los pasajeros, máxime teniendo en cuenta que en las plazas traseras están los técnicos encargados de operar todo el sistema.
El Ford Edge ST es la versión más deportiva del SUV de la marca estadounidense, con un motor 2.7 V6 de 340 CV que, además, ha recibido modificaciones extra para optimizar su rendimiento pese a todo el peso extra añadido. Esto ha supuesto un aumento de potencia, aunque no se ha concretado hasta qué punto.
Otro detalle importante es que la carrocería se ha pintado por completo en negro mate con el objetivo de evitar reflejos en la grabación, mismo motivo por el que se han oscurecido los pilotos de luces e intermitentes.
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