La subida del impuesto general que grava el diésel para equipararlo a la gasolina vuelve a ser noticia en España. ¿Cuál es la razón esta vez? Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha hablado sobre ella y ha anunciado que el Gobierno no se ha olvidado de ello.
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Más que subida, se trata de equiparar la fiscalidad del diésel a la de la gasolina y, según el ministro de Economía, “sigue siendo parte de los hitos asociados al Plan de Recuperación”.
En el paquete fiscal del año pasado, el Gobierno ya intentó igualar el impuesto especial de hidrocarburos que se aplica al diésel con el de la gasolina. Ese era el trato con Europa, pero la propuesta fue rechazada en el Congreso de los Diputados.
Aquella negativa supuso que el quinto desembolso de los fondos europeos llegó con 460 millones de euros menos. Fue entonces cuando la Comisión Europea dio a España seis meses para llevar a cabo la equiparación y obtener estos recursos.
Carlos Cuerpo ha recordado que el plazo cumple en 2026: concretamente en enero. Por lo tanto, el Gobierno tendría que igualar los impuestos del diésel y la gasolina el mes que viene para no faltar a su palabra con Bruselas.
¿De cuánto será la subida?
Si el tipo general del diésel se iguala con el de la gasolina, el incremento, únicamente, afectaría al gasóleo A: el que usan los turismos. El B (el profesional empleado por transportistas y agricultores) y el C (el de calefacción) se quedarían fuera.
Tal y como explicó en su momento Sara Aagesen, vicepresidente tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la diferencia entre este combustible y la gasolina es el del 30%.
Según los cálculos de la OCU, cada litro se gravaría con 40,069 céntimos en lugar de con 30,7 céntimos. Esto supondría una subida de 9,369 céntimos por litro. Sumándole el IVA, el incremento final sería de 11,336 céntimos y, en la práctica, llenar un depósito de 50 litros sería 5,67 euros más caro.
La subida del impuesto general del diésel reportaría unos 1.500 millones adicionales a la recaudación y es vital para cuadrar los números del Gobierno.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.