El Ford Puma saca su lado sofisticado con el acabado Titanium X

El Ford Puma volvió a la vida hace poco, pero no para de presentar novedades. En el Salón de Fráncfort 2019 ha sacado a la luz el que será su acabado tope de gama, el Titanium X, con un estilo de corte premium cargado de equipamiento y que incluso tiene elementos nunca antes vistos en el segmento de los SUV pequeños.

Es el caso de los asientos delanteros con función de masaje, comunes en segmentos superiores pero inexistentes en el que compite el modelo de Ford. También resulta peculiar el hecho de que las fundas de todas las plazas sean intercambiables, con cremalleras que permiten desmontarlas, lavarlas y, si se quiere, sustituirlas por otras, lo que permite cambiar de tapicería al gusto.

Otros detalles que completan el interior y su dotación de serie son las molduras de madera para el salpicadero, el volante y la palanca de cambios de cuero, el sistema multimedia SYNC 3 compatible con Android Auto y Apple CarPlay, el sistema de sonido B&O de 10 altavoces y 575 vatios, el climatizador dual, los sensores de aparcamiento traseros, el sensor de lluvia, el sistema precolisión con detector de peatones, el reconocimiento de señales de tráfico, el asistente de mantenimiento de carril y el control de crucero adaptativo.

El Ford Puma Titanium X también se distingue por un exterior que cuenta con numerosos detalles específicos. Al contrario que en los acabados de corte deportivo, este luce las habituales protecciones inferiores del segmento, calza llantas exclusivas de 18 pulgadas y cuenta con cromados en la parrilla, en los faros antiniebla y en los faldones laterales. Los retrovisores son del color de la carrocería e integran los intermitentes.

El modelo estará disponible con dos motores, dos versiones del bloque 1.0 EcoBoost con 125 y 155 CV de potencia.