Gama Audi RS: deportividad para el día a día

De cada modelo de Audi, la versión RS representa la máxima expresión de deportividad. La tradición RS de la marca se inició en 1994, con el lanzamiento al mercado del Audi RS 2 Avant. Un modelo con el que la marca de los cuatro aros creó un nuevo segmento, al concebir el primer vehículo de altas prestaciones con cinco plazas y una gran capacidad de maletero.

Desde entonces, los modelos más deportivos de Audi se benefician de la experiencia adquirida en competición, ya sea en el Campeonato Mundial de Rally, el DTM, Le Mans, la Fórmula E o el Rally Dakar, donde Audi ha participado por primera vez este año con el innovador prototipo RS Q-e tron.

En la actualidad, la familia RS se compone de 14 carrocerías diferentes:

• Audi RS 3 Sedan y Sportback
• Audi RS Q3 y RS Q3 Sportback
• Audi RS 4 Avant
• Audi RS 5 Coupé y RS 5 Sportback
• Audi RS 6 Avant
• Audi RS 7 Sportback
• Audi RS Q8
• Audi TT RS Coupé
• Audi R8 y R8 Spyder
• Audi RS e-tron GT

Para 2024, más de la mitad de la gama de modelos RS contarán con electrificación total o parcial, con el objetivo de alcanzar el 80% en 2026. Se incluyen desde la hibridación ligera MHEV hasta los modelos 100% eléctricos, pasando por los híbridos enchufables PHEV.

Las mecánicas RS

El motor 2.5 TFSI se monta en los Audi RS Q3 y RS Q3 Sportback, así como en el Audi TT RS Coupé. En el cinco cilindros desarrolla una potencia de 400 CV y un par máximo de 480 Nm, mientras que en los Audi RS 3 Sedan y RS 3 Sportback el par máximo aumenta hasta los 500 Nm. Se asocia a una caja de cambios S tronic de doble embrague con 7 velocidades.

El motor V6 2.9 TFSI biturbo, que utilizan el Audi RS 4 Avant y los Audi RS5 Coupé y RS 5 Sportback sigue la filosofía del V6 de 2,7 litros del primer Audi RS 4 Avant, presentado en 1994. La potencia de este bloque de seis cilindros en V asciende a 450 CV, con un par máximo de 600 Nm.

Por otra parte, el propulsor V8 4.0 TFSI biturbo se instala bajo el capó de los Audi RS 6 Avant, RS 7 Sportback y RS Q8, con una potencia de 600 CV y un par máximo de 800 Nm. Lleva tecnología microhíbrida basada en un sistema eléctrico principal de 48 voltios, que ayuda a reducir el consumo de combustible en hasta 0,8 l/100 km. Está acoplado a una caja tiptronic de ocho velocidades, con tiempos de cambio optimizados y función launch control.

El motor V10 FSI atmosférico apareció por primera vez en el Audi R8 a principios de 2019, con una cilindrada de 5,2 litros, inyección directa y una potencia máxima de 525 CV. Tras la última actualización realizada en 2018, en los actuales Audi R8 y R8 Spyder alcanza una potencia máxima de 570 CV y 550 Nm de par en las versiones performance RWD, y 620 CV en los performance quattro.

Es, por lo tanto, el motor de combustión más potente en un modelo de producción de la marca de los cuatro aros. En la versión superior, la potencia específica alcanza los 119,1 CV por cada litro de cilindrada. En las dos variantes de motor del R8, la potencia se transmite a través de una caja de cambios S tronic de 7 velocidades.

El primer Audi RS eléctrico

El primer modelo de la familia RS con propulsión cien por cien eléctrica, el Audi RS e-tron GT, ofrece una potencia total de 440 kW (598 CV), con un par máximo de 830 Nm. En modo Boost, la potencia conjunta de sus dos motores aumenta de forma momentánea hasta los 475 kW (646 CV).

Los motores eléctricos reciben energía de una batería de iones de litio de 85 kWh de capacidad neta (93 kWh de capacidad bruta). Y el sistema de alto voltaje con 800 voltios le permite cargar el 80% en solo 22 minutos, así como tener una autonomía de entre 451 y 472 kilómetros.

Audi ha presentado su gama RS en el Circuito de Navarra. De los cuatro modelos pilotados (RS 7 Sportback, RS Q3 Sportback, RS 4 Avant y TT RS), causan la mejor impresión el 4 Avant, por su equilibrio general y el TT por su máximo dinamismo.

El peso del RS 7 y la carrocería SUV del Q3 no resultan muy adecuados para un circuito revirado, pero demostraron algunas de sus virtudes. En el caso del RS 7, la increíble contundencia de su empuje. Y el Q3 dejó claro que un SUV puede ser tan dinámico o más que un buen turismo deportivo.