A partir de 2027, los conductores de toda la Unión Europea se enfrentarán a un panorama desolador: el precio de la gasolina y el diésel experimentarán un incremento significativo debido a la introducción del nuevo Sistema de Comercio de Emisiones (ETS2).
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Esta medida, diseñada para reducir drásticamente las emisiones de CO₂ en sectores clave como el transporte y la edificación, tendrá un impacto directo y considerable en el bolsillo de los ciudadanos.
Emisiones y dinero
El sistema ETS2 funcionará bajo un principio sencillo, pero contundente: se establecerá un tope a la cantidad total de CO₂ que las empresas pueden emitir. Para poder operar, las compañías deberán adquirir y presentar cuotas de emisión, cuyo número disponible disminuirá progresivamente con el tiempo.
Esta escasez planificada provocará un aumento inevitable en el precio de estas cuotas, un coste que los proveedores de combustible trasladarán directamente a los consumidores finales. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Investigación Económica de Suecia (Konjunkturinstitutet) ha realizado exhaustivos cálculos que anticipan una tendencia alcista imparable, proyectando un encarecimiento gradual y constante del combustible hasta 2032.
Muy malas previsiones
Las proyecciones son preocupantes. Para 2028, se estima que, por ejemplo, el precio de la gasolina y el diésel en los países nórdicos superará por mucho los niveles actuales, continuando su escalada en los años venideros. Esta situación no solo afectará a los vehículos, sino que también podría influir en el coste del gasóleo de calefacción, ya que compartirá el mismo sistema de cuotas, lo que podría generar picos de precios adicionales, especialmente en invierno.
Ante este escenario, la Unión Europea ha establecido un Fondo Social para el Clima para mitigar el impacto en los ciudadanos más vulnerables, una medida que busca compensar, al menos parcialmente, el previsible aumento de los costes de vida. En definitiva, los conductores europeos se encuentran ante un reto económico importante que exigirá adaptación. Estar informados y buscar alternativas eficientes será clave para afrontar la inminente subida del coste del combustible.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.