La Guardia Real tiene un garaje integrado por históricos y exclusivos modelos, que se emplean para las ocasiones más importantes. El nuevo embajador británico ha sido testigo de ello y así lo ha compartido en sus redes sociales. Y es que existe una razón por la que su carro de caballos se sustituyó por un Cadillac de los años 80.
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Sir Alex Ellis es el nuevo embajador de Reino Unido en España. Recoge el testigo de Hugh Elliott y vuelve al lugar donde ya prestó servicio hace más de dos décadas. Lo ha explicado en un vídeo que ha subido a sus redes sociales, donde ha mostrado cómo fue la jornada en la que presentó las cartas credenciales diplomáticas al Rey Felipe VI.
Este acto está regido por un protocolo en el que los coches han tenido notable protagonismo. Habitualmente, los embajadores se trasladan desde el Palacio de Santa Cruz hasta el Palacio Real en carrozas tiradas por caballos.
De un tiempo a esta parte, han sido sustituidas por vehículos. ¿La razón? Los caballos estaban enfermos o no habían recibido el entrenamiento suficiente para esta misión. Por ello, sir Alex Ellis, tal y como explica en su vídeo, llegó a bordo de un Cadillac de los años 80.
Los Cadillac de la Guardia Real
Es uno de los ejemplares que pertenece a la Guardia Real y que custodia la Sección de la Alta Representación de la Compañía de Transportes en El Pardo. Es allí donde descansan 14 modelos de Cadillac: cinco Fleetwood (uno de 1948 y cuatro de 1971), tres Eldorado, cuatro Brougham y dos DeVille.
Estos vehículos se usan para trasladar a las delegaciones extranjeras que visitan España, también para hacer lo propio con diplomáticos o autoridades civiles y militares, así como para los desfiles de la Guardia Real.

El Cadillac Brougham
Los Cadillac Brougham entraron a formar parte de la colección en 1991 y son los más modernos. Se fabricaron desde 1987 hasta 1992 bajo ese nombre y desde 1977 hasta 1982 como Fleetwood Brougham. Pertenecían a la división de lujo de la marca estadounidense y deben su nombre al estadista británico Henry Brougham.
Ocupó el lugar que dejó el Sixty Specialy se convirtió en la berlina más grande de la marca: también fue el último coche que no llevaba airbags de serie. Para dar forma al Brougham, Cadillac empleó el chasis del Lincoln Town Car y cambió algunos elementos: faros delanteros, pilotos traseros, las molduras de los paragolpes…
El encargado de impulsarlo es un V8 de 5.0 o 5.7 litros, que entregaba una potencia de 140-185 CV y estaba asociado a una transmisión automática de cuatro velocidades.
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