La DGT insiste y tiene sentido: abrocha el cinturón trasero siempre, aunque no haya nadie

En España, desde 1975, la ley obliga al conductor y al copiloto circular con el cinturón de seguridad puesto. La obligación tardó unos años en llegar a la fila trasera: fue en 1992.

Ignorar esta norma supone una multa de 200 euros y cuatro puntos menos para el conductor, mientras que para sus acompañantes el castigo se reduce a la sanción económica.

Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda abrochar los cinturones traseros también cuando no viaja nadie en ellos. ¿Por qué? Por el equipaje. Tráfico ha dado una serie de consejos para llevar de forma segura la carga y ese gesto dificulta que las maletas y demás bultos invadan el habitáculo.

Explican que, aunque no haya pasajeros en la parte trasera del vehículo, se pueden abrochar esos cinturones de seguridad para evitar que la carga del maletero penetre en el habitáculo en caso de choque o frenazo brusco.

En estos casos, el peso del equipaje se incrementa en función de la velocidad y la deceleración. Por ejemplo: a 82 km/h, los kilos de las maletas se multiplicarían por 53 en caso de sufrir un impacto contra una barrera fija.

El efecto elefante

Esto es lo que se conoce como efecto elefante, un fenómeno bautizado así por una antigua campaña publicitaria francesa que decía: “No viaje con un elefante en el asiento trasero”.

Por efecto de la inercia, cualquier objeto que vaya suelto en el coche o cualquier pasajero que viaje en el asiento trasero sin cinturón de seguridad, continuará su marcha hacia delante cuando se produzca un frenazo o un choque.

Un escenario en el que, además, multiplica su peso por efecto de la velocidad. Tanto es así, que, a 50 km/h, la fuerza con la que golpearía a cualquier ocupante o a cualquier parte del coche puede llegar a ser hasta cuarenta veces su peso.

Antes de cargar el maletero

En la misma guía en la que la DGT recomienda abrochar los cinturones traseros siempre, recuerda que cada bulto tiene que ocupar su sitio. Así las cosas, todo el equipaje debe estar dentro del maletero y, si es necesario, emplear complementos como un cofre en el techo.

Hay que tener en cuenta, por otro lado, que aquello que se pueda necesitar durante el viaje debe estar al alcance de la mano. Eso sí: tiene que ir en los huecos portaobjetos que hay en el habitáculo. Y el conductor no debe olvidar que su vehículo tiene una carga máxima que se debe respetar por norma y que, a la hora de viajar, 100 kilos de peso extra incrementan en un 6% el gasto de combustible.

Cómo colocar el equipaje

Por último, la DGT recuerda que los bultos más pesados tienen que ir en la parte baja del maletero. De esta forma, el vehículo mantendrá su centro de gravedad, mejorará su estabilidad y no verá comprometida su seguridad.

Y si es necesario, para evitar, precisamente, que el equipaje se desplace durante el viaje, es aconsejable usar algún sistema de sujeción como una red o unos pulpos.