Más allá de la obligación legal, el cumplimiento de los límites de velocidad se ha convertido en una “responsabilidad moral” que contribuye a la seguridad vial porque “reduce la lesividad del siniestro” y, además, disminuye “el impacto medioambiental”.
Con estas palabras del subdirector general de Gestión de la Movilidad y Tecnología, Francisco José Ruiz Boada, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha presentado esta mañana una nueva campaña específica de control centrada esta vez en la vigilancia de la velocidad, uno de los factores de riesgo clave en la siniestralidad vial.
Estos excesos son el tercer factor concurrente más habitual en los siniestros de tráfico, especialmente en aquellos con víctimas mortales. Con datos a 24 horas (y sin cifras del País Vasco ni Cataluña), en 2023 se registraron 211 siniestros mortales en los que este factor estuvo presente.
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Tráfico ha puesto en marcha la campaña este lunes y la mantendrá activa hasta el domingo 21 de abril, en coordinación con la red de policías europeas RoadPol. La DGT instalará controles específicos a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, e invita a las policías locales a sumarse a la campaña para vigilar especialmente tramos de riesgo asociado a la velocidad. También se vigilarán los puntos donde habitualmente se supera el límite establecido y existe un elevado índice de siniestralidad.
Atendiendo a su carácter preventivo, los controles se anunciarán a los conductores a través de los paneles de mensaje variable y mediante señalización vertical circunstancial.
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DGT: nuevos radares de tramo
Con el objetivo de reducir los siniestros causados por la velocidad inadecuada, Tráfico instalará este año 88 nuevos radares, el 60% de los cuales serán de tramo. La mayoría se colocarán en las carreteras convencionales, que concentran algo más del 70% de los siniestros mortales.
Este tipo de vías, por otra parte, registran un mayor número de excesos. Según datos del proyecto europeo Baseline, el nivel de cumplimiento de los límites varía mucho en función del tipo de vía. Así, el 63% de los turismos circulan a la velocidad permitida en las autovías, mientras que este porcentaje baja al 51% en las autopistas.
En el caso de las carreteras convencionales, las de mayor riesgo, solo cuatro de cada 10 conductores respetan la velocidad establecida (43%). Este dato es aún peor en las vías urbanas limitadas a 30 km/h, donde solo el 32% de los coches se adecuan a esa velocidad máxima. En aquellas con un tope de 50 km/h, el porcentaje de cumplimiento es del 65%.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).