Si un conductor abre Google Maps y busca Volvo Island (Isla Volvo), no pondrá rumbo a un concesionario de la marca sueca o a un exótico archipiélago. Las instrucciones le llevarán hasta Ottawa (Illinois, Estados Unidos), una ciudad de 20.000 personas donde hay un Volvo abandonado en una pequeña ínsula: ¿cómo ha llegado hasta allí?
En los últimos años, ha pasado a ser un atractivo turístico más de Ottawa: son muchos los que buscan su ubicación en Google Maps, conducen hasta este lugar, hacen un par de fotos y las suben a las redes sociales. Tanto es así que acumula más de 200 reseñas y tiene una calificación de 4,9 puntos sobre cinco.
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El solitario vehículo es un Volvo S80 de 2001 con la carrocería de color plata, que llegó allí en enero de 2012. Tres años después fue visible en Google Maps y Street View; también aparece en la vista satelital. ¿Quién dejó la berlina sueca en esa isla que es de su mismo tamaño?
Tanto la ínsula como el lago que la rodea forman parte de una mina a cielo abierto, que es propiedad de Scott Mann. Este vecino de Ottawa también posee un par de talleres mecánicos en esta ciudad. Fue él quien dejó el Volvo S80 en su ubicación actual para dar forma a un divertido concurso.
Un juego
El objetivo del juego que ideó pasaba por adivinar cómo había llegado el Volvo hasta esa pequeña isla. Sin embargo, después de darse cuenta de que el concurso podría tentar a la gente a ir a la mina inundada, lo pensó mejor: era peligroso porque el lago tiene 11,6 metros de profundidad.
El diminuto terreno que ocupa el Volvo S80 fue, alguna vez, el final de una península que se adentraba en el agua. Scott lo remolcó hasta el límite y, después, usó una excavadora para quitar la tierra de alrededor y dejar el coche en medio de esta improvisada isla. No en vano, en las imágenes satelitales se puede intuir cómo era antes.
Otras ideas
El propietario de Isla Volvo consideró, durante un tiempo, añadir arena alrededor para convertirla en una playa: sin embargo, a tenor de las imágenes disponibles en Google, la idea nunca fue materializada. También se planteó convertir el lugar en un espacio publicitario para sus talleres mecánicos, pero eso acabaría con el misterio del Volvo S80 varado en una isla a 135 kilómetros de Chicago.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.