El 24 de septiembre era la fecha límite para que la mitad de la flota de los coches de la Policía Local de Sevilla pasara la inspección técnica. No lo hicieron y ahora que se han puesto manos a la obra, se han encontrado con varios resultados inesperados.
Tal y como informa Diario de Sevilla, 45 vehículos de la Policía Local de Sevilla no pudieron pasar la ITV dentro del plazo legal. ¿La razón? Todo apunta a un despiste en la tramitación de las citas. El Ayuntamiento de Sevilla, sin embargo, asegura que empezaron a gestionarlas en junio.
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Añadieron una explicación más: los coches policiales estaban equipados con una pantalla de seguridad colocada en los cristales delanteros. Su misión es, en caso de accidente, evitar que el parabrisas estalle. Esa lámina no estaba homologada y para pasar la ITV, tienen que quitarla.
Modificaciones en los coches policiales
Por lo tanto, los coches permanecían inmovilizados en las dependencias policiales: sólo podían moverse para ir a la citada revisión. Cuando este momento llegó, aparecieron más problemas: varios vehículos no superaron la ITV.
¿La razón? Los cambios hechos los coches policiales. A la hora de colocar las mamparas que separan la fila delantera de la trasera, modificaron los airbags que venían de serie. Cabe recordar que este elemento es necesario para preservar la seguridad de los agentes cuando llevan a cabo los traslados de los detenidos.
No ha sido el único motivo. En otros vehículos, el airbag lateral del asiento se tapó con una funda y, también, se alteraron las luces: estas transformaciones fueron realizadas por una empresa especializada.
Homologar las reformas de importancia
Cabe recordar que hay determinadas reformas, conocidas como modificaciones de importancia, que necesitan homologación. Para ello, entre otros trámites, hay que pasar una ITV en un plazo de 15 días.
No en vano, fuentes policiales recogidas por el citado medio explican que las reformas se realizaron hace cuatro años cuando compraron los coches: entonces deberían haber pasado una ITV previa, pero no fue así.
La consecuencia evidente de todo esto es la retirada de varios coches de las calles debido a los resultados obtenidos en la ITV y a que tienen que volver a las estaciones para pasar, de nuevo, la inspección. Un proceso que, además, se ha visto ralentizado por la huelga del personal de Veiasa, la empresa encargada de estas revisiones en Andalucía.
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