La nueva campaña de vigilancia de la DGT en agosto: multas de hasta 1.000 euros

La Guardia Civil y las policías locales programarán controles específicos en las carreteras después de un puente en el que han fallecido 15 personas.

guardia civil trafico

Un Guardia Civil de Tráfico en una autovía española.

Que el 53,6% de los conductores fallecidos en España dé positivo en el consumo de sustancias estupefacientes es una de las razones de que la Dirección General de Tráfico (DGT) refuerce los controles de alcohol y drogas en periodos vacacionales, en particular en las épocas de celebración masiva de fiestas patronales.

Este lunes empieza una nueva campaña especial de vigilancia de la Guardia Civil que se prolongará hasta el domingo 25 de agosto, y Tráfico ha invitado a sumarse a ella a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes para que realicen controles en las vías urbanas.

El consumo de bebidas alcohólicas y drogas sigue siendo uno de los tres factores principales de riesgo en los siniestros de tráfico, tanto en los mortales como en aquellos con víctimas.

Más de la mitad  de los automovilistas fallecidos en carreteras interurbanas en 2023 y sometidos a autopsia y a un análisis toxicológico dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, ya sea aisladamente o en combinación. Este porcentaje representa un 0,8% más respecto a 2022.

Lo refleja así la Memoria 2023 de hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidente de tráfico, un trabajo del Instituto Nacional de Toxicología a partir del análisis de los cuerpos de 862 conductores fallecidos. Un total de 462 automovilistas (el 53,6%) dieron resultados positivos, casi todos hombres (88%). La mayoría de estos casos se debieron al alcohol (32,7%), por delante de las drogas (22,7%) y los psicofármacos (15,7%).

Durante esta campaña, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil establecerán puntos de control en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día con el objetivo de evitar que las personas que hayan ingerido alcohol o hayan consumido drogas circulen por las carreteras.

Controles de alcohol de las policías locales

Desde hace varios años, la DGT trabaja con los consistorios mediante un plan de apoyo a las policías municipales en materia de pruebas de alcohol y otras drogas. Además de impartir cursos de información, se dota a estos cuerpos de los instrumentos necesarios para la realización de controles. 

El Ministerio del Interior considera que la participación de las autoridades locales en esta materia resulta “imprescindible para realizar la vigilancia lo más próxima a las zonas de consumo y evitar de esta manera una mayor exposición del riesgo”.

Tráfico reconoce que en los últimos años se ha avanzado en la concienciación de los ciudadanos, pero insiste en que “la única tasa segura es 0,0%”. Así lo refleja el lema de la campaña estival de la DGT de este año: “A la carretera no le importa cuánto has bebido. Solo cero tiene cero consecuencias”.

Esta semana de controles llega después de un puente que ha costado la vida a 15 personas, dos menos que en 2023. En total se han producido 13 siniestros mortales, en los que han perdido la vida siete motoristas y dos peatones, ha informado la DGT. Estos datos elevan a 725 los muertos en la carretera en lo que va de año.

Multas por dar positivo en alcoholemia o drogas

La tasa máxima de alcohol en aire espirado es de 0,25 mg/l (0,15 mg/l en el caso de los conductores profesionales y noveles). La sanción por superarla es de 500 euros, más la retirada de cuatro puntos en el carnet de conducir; si se trata de un conductor reincidente (castigado por consumir alcohol en el año inmediatamente anterior), la multa es de 1.000 euros. Cuando el resultado en el alcoholímetro duplica el límite legal, la sanción es de 1.000 euros, con una retirada de seis puntos en el permiso. La ley de tráfico aplica el mismo castigo a quien conduce con presencia de drogas en el organismo.

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Sergio Amadoz

Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).

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