Contra lo que entiende como un triple gravamen para los conductores, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) arranca una campaña para oponerse a las autovías de pago. En opinión de la asociación, si se llevase a cabo esta medida –el Gobierno se plantea la imposición de un peaje en las vías rápidas que ahora son gratuitas–, esto supondría un pago por triplicado para los automovilistas.
El triple coste para los conductores se produciría, recalca la OCU, por el propio peaje, por los impuestos que ya se pagan (unos 30.000 millones de euros al año, según cálculos del club de automovilistas RACE) y, de modo colateral, por el encarecimiento del transporte y su consecuencia en la subida de precios de productos y servicios.
Más información
La organización de usuarios enumera algunas tasas que ya abonan la mayoría de los propietarios de vehículos, como el impuesto de matriculación o el impuesto de los hidrocarburos –que recauda más de quien más circula–, y sostiene que una parte de esos gravámenes “debería ir al mantenimiento de las carreteras, incluidas las autovías”.
El Gobierno y otras entidades, como la Asociación Española de la Carretera (AEC), argumentan que el peaje en las autovías serviría pasa sufragar los gastos de reacondicionamiento de las vías, con un déficit de conservación acumulado, según la AEC, de unos 7.500 millones de euros.
A los impuestos citados antes, la OCU también añade los de circulación municipales, “el IVA de la compra, de los seguros o del mantenimiento”. Y cita datos de un estudio propio, que cifra “en algo más de 1.600 euros anuales los impuestos que pagaría una familia tanto en Madrid como en Barcelona, en Zaragoza y otras muchas ciudades, por un modelo de SUV que mantuviera durante 12 años como coche familiar”.
Por todo lo anterior, la OCU pone en marcha una campaña que incluye varias exigencias al Gobierno, incluida la principal: “Que detenga la implantación de peajes en vías hasta ahora gratuitas, puesto que suponen un triple gravamen para los ciudadanos”. Además, pide al Ejecutivo que no utilice como “excusa para aumentar la recaudación de tributos” el mantenimiento de la red viaria, imprescindible para “garantizar la seguridad de los usuarios”.
La OCU, por otra parte, solicita al Gobierno el “diálogo con todos los sectores implicados, incluidos los usuarios” para que la obligación de mantener las infraestructuras se reparta “de forma justa y equitativa”. Y antes de que se tome cualquier medida, en todo caso, exige “un estudio con transparencia sobre las auténticas necesidades de financiación de las infraestructuras”.
El modelo de autovías de pago que propone la OCU
En caso de establecerse sistemas de pago, deben tenerse en cuenta los gastos que estos conllevan para no generar un gasto mayor e innecesario, dice la OCU. Y así hace algunas sugerencias en caso de que finalmente haya que pagar por el uso de las autovías:
- Que el sistema no suponga un reparto indiscriminado de costes y sea sensible a las necesidades de los distintos usuarios, según sean habituales, profesionales u ocasionales.
- Deben contemplarse distintas exenciones de pago, por ejemplo, para los vehículos menos contaminantes, para favorecer una transición para la movilidad sostenible, o para tramos concretos de vía.
- Deben contemplarse modelos flexibles, como por ejemplo con periodos temporales en el caso de tarifas planas a través de viñetas que eviten que el usuario pague, aunque en realidad no esté usando las vías.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).