La última evolución de la filosofía de Mazda

Mazda lleva casi dos décadas trabajando sobre conceptos que hoy son perfectamente reconocibles e identificativos de la marca, como es el lenguaje de diseño KODO o el Jinba-Ittai de sus interiores. El fabricante no deja de perfeccionarlos y su próximo modelo, el CX-60, los llevará al siguiente nivel, añadiendo además otras características que marcarán el camino para futuros modelos de la firma.

Tras etapas previas, en 2010 se introdujo por primera vez el lenguaje de diseño KODO, Alma del Movimiento, con el prototipo SHINARI. Presentaba una filosofía que buscaba transmitir la tensión y la agilidad gracias a marcados pasos de ruedas y formas muy definidas tanto en el capó como en la línea de cintura. También sirvió como tarjeta de presentación de la característica parrilla de diamante de la marca.

Durante la siguiente década, creación a creación, se fue perfilando el KODO, orientándolo cada vez más hacia el minimalismo y apostando por las superficies limpias de la carrocería, en las que es la interacción de la luz con sus curvados paneles la que da la sensación de volumen y movimiento. Esto, además, ayuda a que el vehículo se perciba de una manera diferente en función de la hora del día.

La llegada del CX-60 supone evolucionar la filosofía de diseño con la integración de un concepto japonés denominado Ma (o ‘menos es más’). Representa “la tranquila y majestuosa belleza del espacio vacío” y abrirá una nueva etapa para la marca.

‘Crafted in Japan’

Los artesanos han desempeñado un papel clave en la historia de Mazda y, en la actualidad, siguen haciéndolo. Son los que dan forma, con sus manos, a todos sus vehículos, moldeando y perfilando la arcilla; y también se encargan de crear sus acogedores e intuitivos interiores.

En el habitáculo la máxima es el Jinba Ittai, es decir, la sensación de unión entre coche y conductor, que lo perciba como una extensión de su cuerpo y pueda interactuar con él de manera intuitiva, sin necesidad de pensar. Esto ha llevado a puestos de conducción en los que no hace falta apartar la vista de la carretera y todo lo que importa está al alcance de la mano.

De nuevo, el Mazda CX-60 ampliará la concepción del interior del coche sumando otros dos aspectos. El primero, denominado Kaichô, representa la armonía que se alcanza mezclando diferentes materiales y texturas, lo que refuerza el carácter artesanal de los modelos de Mazda. Y asimismo recalca el enfoque premium con el empleo de materiales de gran calidad, tales como la madera de arce, el cuero napa, los tejidos japoneses y los detalles cromados.

El segundo es el Musubu, que es una forma de trabajar los tejidos exclusivamente japonesa en la que los diseñadores se han inspirado para dar forma a las costuras del panel del salpicadero.

Respeto por el medioambiente

El compromiso de Mazda con la sostenibilidad se ha materializado en diversas ocasiones durante los últimos años. La introducción del motor Skyactiv-X consiguió combinar el rendimiento y limpieza de los propulsores de gasolina con el bajo consumo de los bloques diésel; gran parte de la gama dispone de mecánicas microhíbridas que reducen sus emisiones, y el Mazda2 se ha convertido recientemente en el primer híbrido autorrecargable de la marca.

El nuevo Mazda CX-60 lleva esta filosofía un paso más allá, puesto que va a ser el primer Mazda con mecánica híbrida enchufable. Combinará un motor gasolina de 2.5 litros con un bloque eléctrico, lo que le permitirá operar en modo cero emisiones, registrando unos consumos medios muy bajos. Y gracias a su potencia superior a 300 CV, también unas prestaciones notables.

El Mazda CX-60 se presentará al mundo el 8 de marzo y será el primer miembro de la nueva familia de grandes SUV de la marca, que en Europa estará integrada también por el CX-80, con tres filas de asientos y siete plazas.