Desde las renovaciones hasta los nuevos modelos, los SUV y los crossover son cada vez más angulosos, a pesar de que la seguridad de los peatones es cada vez más importante.
Los SUV tienen un aspecto más utilitario que hace años. Si se ha echado un vistazo a los nuevos SUV y crossover que se han presentado en las últimas temporadas, parece cada vez más claro que las curvas están ya denostadas, mientras que las formas cuadradas están de moda.
Esta tendencia no sólo se aplica a modelos nuevos como el Subaru Forester 2025, que debutó a principios de año con un aspecto aún más anguloso que antes, sino también a modelos renovados como el Ford Kuga actualizado.
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En ambos casos, los fabricantes de los SUV se han alejado de los tratamientos frontales similares a los de los coches y han optado por una imagen más tradicional de SUV de mandíbula cuadrada.
¿Vuelta a los orígenes?
Es fácil ver por qué el diseño de los SUV ha cambiado en esta dirección. En primer lugar, está la sutil influencia retro de los SUV de finales de los 80 y principios de los 90, un periodo cuyos vehículos están de moda ahora mismo.
Basta con echar un vistazo al éxito de Radwood, un evento automovilístico que celebra la cultura de los años 80 y 90, mezcla de exhibición de autos, vestimenta de época y un ambiente de esa época que se celebra en diversas ciudades de Estados Unidos.
Y es que los SUV de entonces utilizaban su estilo cuadrado para señalar su dureza mucho después de que muchos coches hubieran adoptado las curvas.
Sin embargo, el problema de muchos SUV antiguos era que se conducían como camiones, normalmente porque debajo eran como camiones. Pero entonces llegó una nueva generación de SUV con plataformas de turismos y maneras de conducir y refinamiento similares a los de un turismo, y utilizaron cada vez más señales de estilo automovilístico para reforzar esa diferencia entre ellos y los antiguos SUV de clásica forma cuadrada.
En los últimos años, con la incorporación de ventanillas traseras inclinadas en los modelos orientados a la carretera, el término Sport en los SUV ha parecido más una referencia a los coches deportivos que a los SUV más ágiles. Pero ahora los fabricantes de automóviles parecen querer proyectar de nuevo la imagen de dureza y practicidad sin tonterías de los antiguos SUV.
Y lo han hecho, en primer lugar, ofreciendo cada vez más acabados u opciones para el todoterreno y, en segundo lugar, modificando la forma de sus SUV.
El diseño cuadrado y la seguridad de los peatones
Sin embargo, esta tendencia hacia los frontales verticales y los capós altos se produce en un momento en el que los organismos reguladores de todo el mundo parecen querer que el diseño de los coches vaya en la dirección contraria.
La normativa sobre impacto de peatones ya condiciona el aspecto de los coches que se venden en Europa (es una de las razones por las que el Tesla Cybertruck no puede venderse aquí), y ahora Estados Unidos sigue sus pasos.
La NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration, Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos) dice que las muertes de peatones aumentaron un 57 por ciento entre 2013 y 2022. La mayoría de esas cerca de 7.500 muertes anuales involucran coches grandes y SUV que constituyen la mayoría de las ventas de automóviles.
Un estudio del Instituyo de Seguridad en las Autopistas (IIHS) reveló que los vehículos con capós a más de un metro de altura y con un frontal romo tienen un 44% más de probabilidades de matar a cualquier peatón con el que chocan.
Entre las propuestas encaminadas a reducir las lesiones en la cabeza provocadas por las colisiones figura la de obligar a los nuevos vehículos a superar pruebas de impacto de la cabeza contra el capó con maniquíes adultos y niños. La administración americana cree que esta medida podría salvar 67 vidas al año en aquel país.
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