Gran Bretaña es una de las cunas del automovilismo. Del deportivo pero también del industrial, con muchas empresas históricas que fueron determinantes en el proceso de motorización de toda Europa y buena parte del mundo.
Algunas de ellas continúan fabricando coches a día de hoy, en ciertos casos un siglo después. En su mayor parte han cambiado de propiedad o se han incorporado a un grupo internacional, aunque intentando mantenerse siempre fieles a sus orígenes. Es el caso de nombres tan destacado como Rolls-Royce, Mini, Jaguar, Land Rover, Bentley, Lotus o McLaren.
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Sin embargo, muchas otras de menor tamaño o producción no soportaron las exigencias de un mercado globalizado y desaparecieron. Sus denominaciones son objeto de deseo para nuevos fabricantes, principalmente de origen asiático, que los utilizan como elemento de prestigio para sus productos.
Estas son algunas de las marcas británicas más conocidas que fueron incapaces de mantenerse activas por motivos diversos.
MG (Morris Garages)
Aunque ha revivido recientemente bajo propiedad china y manteniendo esta denominación, la marca original desapareció en la década de 1980.
Rover
Una marca icónica que cesó su producción en 2005, tras varios intentos infructuosos de supervivencia.
Triumph
La producción de los automóviles deportivos de Triumph finalizó en 1984. Aunque el nombre se mantiene vigente por la fabricación de motocicletas.
Austin
La marca Austin dejó de existir en la década de 1980 después de fusionarse con Rover.
Morris
Morris Motors fue absorbida por British Leyland en la década de 1960, para desaparecer de forma gradual.
Hillman
Hillman fue una marca de automóviles británica que cesó su producción en la década de los 70.
Wolseley
Wolseley tuvo un significativa actividad como marca de lujo hasta que dejó de fabricar automóviles en 1975.
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