Cannabis, cocaína y anfetaminas, juntas o en combinación, viajan al volante cada vez más en España y su consumo crece más que el del alcohol, al menos a la vista de los últimos datos registrados por la Dirección General de Tráfico (DGT). Entre el 16 y el 22 de diciembre pasados, en la semana de control previa a las Navidades, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizaron la prueba de alcohol y drogas a 251.140 conductores y el 1,66% (4.172 automovilistas) dieron positivo en alcohol y/o drogas.
Esto supone que casi 600 conductores fueron detectados cada día al volante tras haber consumido alcohol o drogas, la mayoría de ellos (uno de cada nueve) tras un control preventivo y el resto por infracciones, accidentes o por presentar síntomas. Ese porcentaje inferior al 2% parece irrelevante, pero se traslada con especial gravedad a las cifras de siniestros mortales: el 58% de los fallecidos en 2023 en un accidente de tráfico habían consumido alcohol y otras sustancias. La DGT ha recordado, además, que el alcohol aparece como causa en el 26% de los siniestros mortales.
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Durante los siete días de la operación de vigilancia, un total de 245.896 conductores se sometieron a la prueba de alcoholemia y 1.974 conductores dieron positivo. Casi todos ellos (1.696 fueron detectados en controles preventivos) y otros 98, tras cometer una infracción. Además, los agentes encontraron 169 positivos en conductores involucrados en un siniestros, y 11 más “debido a síntomas evidentes de haber ingerido alcohol”, señala Tráfico en una nota.
Delitos contra la seguridad vial
A 249 automovilistas se les abrieron diligencias judiciales por superar la tasa de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cifra que el Código Penal considera por sí misma un delito contra la seguridad vial. Además, 11 conductores fueron puestos a disposición judicial por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia, actitud que se sanciona con una multa de 1.000 euros y la retirada de seis puntos y, además, puede castigarse con pena de prisión.
Durante la campaña, se realizaron también 5.244 pruebas de detección de drogas, de las que el 41,9% resultaron positivas (2.198), tres puntos porcentuales más que en la campaña de verano. De los positivos, 1.971 fueron detectados en controles preventivos, 126 tras una infracción y 101 por estar implicados en un accidente.
Entre las drogas más consumidas se encuentran el cannabis (1.788 casos), la cocaína (660) y las anfetaminas.
Control y prevención
Estas campañas no solo permiten detectar a quienes infringen la ley, sino también alertar y concienciar a los conductores que, aunque no superen el límite permitido, se ponen al volante tras haber ingerido alcohol, ha señalado la DGT. En esta campaña, 6.179 conductores fueron detectados al volante tras haber consumido alcohol, aunque con tasas inferiores al límite legal.
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