“Sólo me gusta conducir en circuito, pero hago excepciones”. Esta fue la declaración de intenciones que acompañaba a uno de los vídeos que Lewis Hamilton subió a su perfil de Instagram hace varios meses. Como si fuera un personaje más de ‘Fast & Furious: Tokyo Drift’, el piloto recorrió las calles de una ciudad japonesa con un Nissan Skyline GT-R R34 blanco que, desde entonces, ha vivido todo un calvario.
Los calendarios señalaban el 23 de noviembre de 2022 cuando Hamilton mostró por primera vez el Skyline GT-R R34. El coche fue alquilado a Omoshiro Rent-A-Car, una empresa especializada en modelos tan especiales como este. Está ubicada en Chiba, una ciudad ubicada al este-sudeste de Tokio (Japón).
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En la web de Omoshiro es posible comprobar que el precio diario de este Nissan Skyline GT-R R34 es de 45.800 yenes (280 euros, según el cambio actual). La unidad, que es manual y tiene el volante a la derecha, ha recibido una serie de mejoras tanto en su puesta a punto como en su equipamiento.
Lewis Hamilton pudo ponerlo a prueba cuando alquiló el Nissan Skyline GT-R R34 y lo condujo al límite. Literalmente, puesto que en el vídeo se puede apreciar cómo sale humo de la palanca del cambio. Se permitió, incluso, hacer algunos derrapes y trompos. Algo que no estaba permitido.
Una conducción al límite… prohibida
Aquí fue donde parece que empezó el calvario del Nissan Skyline GT-R R34. Omoshiro no tenía constancia de las intenciones de Lewis Hamilton y, desde su cuenta de Instagram, censuró la conducción del piloto británico: “Prohibimos este tipo de conducción. Es un horrible acto llevado a cabo sin nuestro permiso”.
Hay otro punto para tener en cuenta: las consecuencias de esa conducción al límite. Esto se habría traducido en la sustitución del sistema de tracción total ATTESA ET-S: en la ficha del coche figura que fue cambiado en octubre de 2022. Esto coincidiría con el Gran Premio de Japón de ese año, que tuvo lugar el día 9.
Un robo con final agridulce
Las catastróficas desdichas del Nissan Skyline GT-R R34 continuaron este año cuando, a finales de enero, robaron el coche: el incidente tuvo lugar en el hotel R9 Tsutsune de Noda, una ciudad localizada en Chiba. Según informa la cuenta de la red social X @info82262789, el Nissan fue avistado horas después saltándose un semáforo en rojo: la matrícula que llevaba era falsa, ya que en lugar del 34 habitual lucía un 38.
Hubo quien aseguró haberlo visto en otra ciudad nipona, Tsukubamirai, pero, finalmente, ha aparecido en el puerto de Yokohama. Los agentes de la aduana descubrieron el Nissan Skyline GT-R R34 dentro de un contenedor que todavía no había sido cargado. Eso sí, el final de la historia no termina de ser totalmente feliz, porque al coche le faltan muchas piezas y pasará algún tiempo hasta que pueda volver a funcionar.
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