Acostumbrado a conducir los DB, puede que, si James Bond dejase el servicio secreto de inteligencia británico, eligiera un DBX707. No erraría en su elección porque este SUV es un auténtico Aston Martin.
Más información
Para la marca de Gaydon es, incluso, mucho más que eso. Es el modelo que mantiene el negocio en marcha: más de la mitad de las ventas totales de la marca son suyas. Y hasta que llegó el Ferrari Purosangue con sus 725 CV, también era el SUV de lujo más potente del mundo.
Le arrebató el título por una diferencia de 18 CV porque, después del restyling de 2024, sólo existe el Aston Martin DBX707. La versión 707 llegó en 2022 y, tras su lanzamiento, nadie quería el otro. Un año después, con las dos opciones disponibles, más del 90% de los clientes eligieron la más potente.

Así es el Aston Martin DBX707
Esa es la versión con la que EL MOTOR ha tenido una pequeña toma de contacto para experimentar en primera persona cómo funciona el Apple CarPlay Ultra que la marca de California ha estrenado en los modelos de Aston Martin. De paso, también nos hemos puesto al volante de uno de los coches de empresa de Fernando Alonso.
Lo primero que uno piensa cuando ve el Aston Martin DBX707 de cerca es que es un coche precioso, donde todo está perfectamente equilibrado: no hay estridencias. El largo capó, con un par de entradas de aire, cede el testigo a una gran parrilla que está acompañada de los faros delanteros, más entadas de aire y un labio inferior de fibra de carbono.

El mismo material elegido para las carcasas de los retrovisores, aunque, en el perfil, la atención es, inevitablemente, para las nuevas manetas enrasadas y para las llantas de 23 pulgadas. Tras ellas, aparecen unos frenos carbocerámicos con discos de 420 y 390 mm… que ‘chillan’ durante la prueba porque el tráfico impide que alcancen una temperatura óptima.
La zaga recuerda a la del Aston Martin Vantage. Coronada por un sutil alerón trasero, que se ha olvidado de su pequeño borde de carbono, el DBX707 presume de una salida cuádruple de escape que emite un embriagador sonido. El conductor podrá ajustarlo, a su gusto, en uno de los botones de la consola central.

Todo bien en el interior
Dentro del Aston Martin DBX707 no caben las críticas porque todo está bien. El SUV británico está perfectamente acabado: hasta el último detalle. Los asientos deportivos te envuelven con cariño y son tan cómodos que los kilómetros de los viajes largos no pesan con ellos.
El volante genera sentimientos encontrados: no terminan de cuadrar los botones táctiles, pero también cuenta con unas levas de cambio cuyo funcionamiento es impecable. El sistema de infoentretenimiento es una de las grandes mejoras del Aston Martin DBX707, pero de él hablamos cuando analizamos el nuevo Apple Car Play Ultra. El espacio en la segunda fila es generoso, pero para dos personas: no para tres. El maletero tiene una práctica capacidad de 632 litros.

¿Qué se siente al conducir un Aston Martin DBX707?
Tres son las principales conclusiones: es un SUV realmente sólido, su rendimiento no admite ‘peros’ y es fácil de conducir. A pesar de su deportividad, no es un coche brusco, agresivo y tampoco es excesivamente nervioso. Es un placer conducir el Aston Martin DBX707.
Es cierto que se trata de un SUV grande (mide 5,03 metros de largo, 1,99 de ancho y 1,68 de alto), pero no podemos olvidar que es un Aston Martin. La dirección es notablemente firme y pesada: transmite una completa sensación de control tanto en la ciudad como en la autovía.
Es un coche ágil en los giros, así como en las curvas y presume de una buena capacidad para maniobrar. El equilibrio del chasis es excepcional y esto marca la diferencia con sus rivales porque no parece un SUV.
La suspensión neumática y los amortiguadores adaptativos merecen una mención especial, ya que ayudan a que el Aston Martin DBX707 reaccione con más rapidez a las órdenes del conductor, sobre todo en curva, y a que sea más preciso.

El sonido del motor
El V8 biturbo de 4.0 litros (707 CV y 900 Nm) tiene un sonido fantástico. Arranca, de verdad, cuando supera las 2.000 revoluciones y todo lo que viene después es música celestial para los oídos de cualquier conductor. Su régimen medio llama la atención porque es increíblemente potente.
En los modos de conducción Sport o Sport+ (los demás son el GT, el estándar, el Terrain y el Individual), el Aston Martin DBX707 no suena: ruge. Es más salvaje y bullicioso, pero sin llegar a molestar. Con esta configuración también cambia la entrega de potencia y parece que la palabra límite no existe para el SUV británico.
Todo un Aston Martin
La transmisión automática con embrague húmedo de nueve velocidades no se nota, a no ser que el conductor quiera que se note: para ello están las levas de cambio. Los frenos, por su parte, tienen una mordida impecable, firme y temprana, sin ser bruscos. Eso sí, el Aston Martin DBX707 no escatima en gasolina: en la prueba, de unos 50 minutos, el consumo combinado homologado (14,2 l/km) se superó fácilmente.
Los puristas pusieron (y sigue poniendo) el grito en el cielo cuando marcas como Porsche, Ferrari, Lamborghini, Bentley o Rolls-Royce incluyeron, en su gama, un SUV. Igual que ocurre con Aston Martin, este tipo de coche son necesarios para que fabricantes como ellos existan. Y el DBX707 demuestra que es todo un Aston Martin… aunque su centro de gravedad esté más elevado que el del resto de modelos de Gaydon.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram
Para tener lo último de Apple en tu coche, necesitas comprar un Aston Martin
Fernando Alonso abandona el Casino de Montecarlo en este impresionante superdeportivo: su precio supera los dos millones de euros