El nuevo Ford Kuga es más grande y robusto por fuera, más amplio y flexible por dentro, y con mecánicas electrificadas, ya sean híbridas ligeras (MHEV) o híbridas enchufables (PHEV). Y con soluciones originales, como la llave MyKey, que permite a los padres limitar las funciones del coche cuando lo cogen sus hijos.
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Son los aspectos más destacados del nuevo SUV compacto, que habría empezado a rodar en los próximos días por España, pero ha retrasado su lanzamiento por la crisis del Covid-19. La presentación dinámica, que se iba a celebrar en estas fechas en Portugal, se ha tenido que cancelar también, pero Ford la ha sustituido por una videoconferencia para desvelar sus características principales. Y éstas son las mejoras más importantes.
Diseño atractivo
El nuevo Kuga crece en tamaño y ahora mide 4,61 metros de largo, casi 9 centímetros más. Y como es también otros 4 más ancho y 2 más bajo, muestra una imagen más sólida y consistente que le da más presencia.
Destaca la altura del frontal, con una parrilla de aire deportivo, y el diseño de las puertas, con unos nervios muy esculpidos. Pero el cambio más destacado es la línea en arco del techo, que se funde por detrás con un portón muy tumbado hacia delante y elaborado que es probablemente la parte más lograda del coche: integra la luneta y los pilotos con elegancia y equipa un difusor en la base con la doble salida del escape. El resultado es un SUV moderno y dinámico con personalidad propia.
Más amplio y flexible
El aumento de tamaño se traslada al interior, que recoge la ganancia de longitud y anchura y gana hasta ocho centímetros de espacio para las rodillas atrás. Pero lo más interesante es la flexibilidad para repartir el espacio, que optimiza su sentido práctico como coche familiar. Así, las plazas traseras se desplazan 15 centímetros en longitud para ampliar el espacio de los pasajeros o el equipaje según se necesite en cada momento.
Y si se sitúan en la posición más adelantada permiten al SUV de Ford ofrecer el mejor maletero de su categoría, con 645 litros midiendo desde debajo de la bandeja, que se quedan en 475 litros si se coloca la banqueta en la posición más retrasada.
Por lo demás, el Kuga adopta un nuevo salpicadero más moderno y sugerente que integra una pantalla táctil flotante de 8 pulgadas de serie en toda la gama junto con el navegador.
Menos peso, mayor agilidad
Aunque todavía no se ha podido probar, Ford ha trabajado a fondo para lograr que el nuevo Kuga sea hasta 80 más ligero que su antecesor, según las versiones, lo que resuelve en gran parte su principal punto débil previo, que penalizaba sus prestaciones y consumos. Y esta mejora unida a su mayor anchura y menor altura, que rebaja también el centro de gravedad, debería reducir las inercias y balanceos laterales en las curvas aportando una mayor agilidad.
Pero además, el nuevo SUV de Ford incluye ahora cinco programas de conducción que se seleccionan desde el volante y permiten optimizar su comportamiento en función de por donde se circule: Normal, ECO, Sport, piso resbaladizo y nieve/arena.
Gama de motores
La gama del Kuga incluye seis motores, tres de gasolina y tres diésel, con consumos y emisiones contenidos. Y de momento todos con acabados Titanium, ST Line o ST Line X, los más altos de la gama, lo que eleva las tarifas de salida frente a otros competidores.
La versión básica es un 1.5 Ecoboost de gasolina y 120 CV (29.000 euros), que se ofrece también con 150 CV (32.100 euros), y ambos con un consumo oficial de 6,6 litros. Y hay también tres EcoBlue turbodiésel, un 1.5 de 120 CV (30.500 euros) que gasta 5.1 litros, y dos 2.0 MHEV o híbridos ligeros (etiqueta ECO) con 150 CV (32.100) y 190 CV (37.550 euros) que se quedan en solo cinco litros el primero y en 5,9 el más potente (tiene tracción 4×4).
La oferta se completa con el 2.5 PHEV (37.800 euros), un híbrido enchufable (etiqueta CERO) que es la estrella de la gama: tienen motor 2,5 de gasolina con 164 CV y otro eléctrico de 130 CV que suman en total 225 CV (no entregan la potencia máxima a la vez). Y añade unas baterías de 14,4 kWh que le permiten recorrer 56 kilómetros en modo eléctrico, que se traducen en un consumo medio oficial de solo 1,4 litros en los primeros 100 kilómetros.
Todos los motores de 120 y 150 CV llevan cambio manual de seis marchas, y el 1.5 EcoBlue de 120 CV se ofrece también con un automático de ocho velocidades (desde 32.500 euros). El 2.0 EcoBlue de 190 CV solo se vende con el automático de ocho y tracción 4×4, y el 2.5 PHEV con un automático de marcha única.
Por lo demás, a estos precios hay que restarles 3.250 euros de descuento de lanzamiento (3.550 en el PHEV), 970 euros más si se financia la compra con la marca o 1.200 euros si se elige la financiación Multiopción.
Buen equipamiento
Al venderse solo con los acabados superiores, el Kuga viene mejor equipado de serie que la mayoría de sus competidores. Así, la gama comienza con el Titanium, que incluye navegador, pantalla táctil de ocho pulgadas, climatizador bizona, cargador inalámbrico, asientos deportivos (delante y detrás), plazas traseras deslizantes, llantas de aleación de 17 pulgadas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia y otros detalles.
El salpicadero del nuevo Ford Kuga.
Y es también bastante completo en seguridad, con detalles como frenada automática de emergencia en ciudad, mantenimiento automático del carril con aviso de vehículo en ángulo muerto, y muchas opciones para completar.
Además, incluye detalles curiosos como el módem integrado FordPass Connect, que proporciona acceso Wifi, conectividad para 10 dispositivos e información del tráfico en tiempo real. Y destaca también la llave Ford MyKey, un sistema de control parental que permite a los padres limitar algunas características del coche, como la velocidad máxima y otras, cuando se lo dejan a sus hijos.
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