Sólo hay 150 unidades del Aston Martin Valkyrie. Cada una de ellas requiere un trabajo de 2.000 horas para dar forma a todo un Fórmula 1 de calle. Un supercoche con el que muchos sueñan, pero que se ha convertido en una pesadilla para este conductor que adquirió un ejemplar hace tres años.
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Sebastian Kunze pagó tres millones de euros en febrero de 2022 por su Aston Martin Valkyrie. Creado por Adrian Newey, mecánicamente es un auténtico prodigio tecnológico y de prestaciones. Su motor es un V12 de 6,5 litros desarrollado por Cosworth, con un rendimiento espectacular: 1.555 CV de potencia que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos.
A pesar de todas estas bondades, Sebastian Kunze sólo ha recorrido con él algo más de 400 kilómetros. ¿El motivo? Los fallos que está sufriendo el Aston Martin, tal y como explica el protagonista de esta historia al periódico económico alemán Handelsblatt.

Las averías del Aston Martin Valkyrie
La primera avería fue eléctrica: se encendieron las luces de advertencia y el sistema de alto voltaje falló. Después llegaron los problemas con el Rocket Locker: este sistema evita que la suspensión hidráulica se hunda cuando el coche permanece parado mucho tiempo.
El propietario ha exigido a Aston Martin que le devuelvan el dinero que pagó por el Valkyrie. La marca británica, por su parte, ha negado que los defectos denunciados por el cliente fueran “significativos” ya ha asegurado que su coche es “impecable”.
Ha añadido, además, que en caso de que la devolución sería posible, tendría que abonar a la marca británica una tasa de uso de 55.000 euros, aproximadamente, por los 441 kilómetros recorridos que ha recorrido con el Aston Martin Valkyrie.

Demanda a Aston Martin
Tras dos años de disputa, ha decidido interponer una demanda. La gota que colmó el vaso fue lo ocurrido el 27 de agosto de 2024. Sebastian Kunze estuvo a punto de tener un accidente con una ambulancia que no oyó: “Gracias a la rápida reacción y la destreza al volante del otro conductor, se evitó un incidente mortal”.
Cabe recordar que, debido al ruido del motor, Aston Martin aconseja conducir el Valkyrie con cascos de cancelación de ruido para evitar daños en el tímpano. El coche produce 126 decibelios en el interior y un nivel superior a los 120 puede provocar daños en el sistema auditivo.

Los cascos con cancelación de ruido del Aston Martin Valkyrie vienen de serie y están equipados con micrófonos externos que transmiten al conductor y a su acompañante lo que ocurre en el exterior. Según Sebastian Kunze este sistema también falló.
Desde entonces, no se ha atrevido a conducir su Aston Martin Valkyrie. Su abogado, Marco Rogert, lidera este litigio y no sólo ha enumerado todos los defectos: asegura, también, que nadie aceptaría estas deficiencias y que nadie debería tener que tolerar esto después de pagar varios millones de euros por un vehículo.
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