Algunos circuitos no necesitan presentación: Nürburgring es uno de ellos. El trazado alemán es famoso por sus 20 kilómetros, 73 curvas y pendientes pronunciadas: una combinación a la que hay que sumar unas condiciones climáticas cambiantes. Por ello, es un escenario propicio para poner a prueba los coches que están a punto de ser lanzados.
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Tal es su fama que, ahora, los fabricantes chinos también hacen parte del desarrollo de sus modelos en Nürburgring. ¿Por qué las marcas asiáticas vienen hasta Europa para realizar estas pruebas? La respuesta rápida sería: no hay mejor escaparate para su expansión por el ‘Viejo Continente’.
Recientemente, el BYD Yangwang se enfrentó a los 20 kilómetros de Nürburgring y la pasada primavera el Xiaomi SU7 Ultra completó una vuelta en 6:22:091: rebajó su anterior tiempo en 24 segundos. Eso sí, es una versión para circuito, que está aligerada y calza unos neumáticos de competición lisos.
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Christian Stephani, director general de Nürburgring, ha explicado a SWR los otros motivos por los que las marcas chinas eligen el circuito alemán para el desarrollo de sus modelos: los intentos de récord son una publicidad importante para la industria automovilística.
Los fabricantes quieren demostrar que sus vehículos son potentes y capaces de soportar las exigencias de Nürburgring. Estos intentos de récord son supervisados y certificados oficialmente en colaboración con TÜV Rheinland.
En la práctica, sin embargo, es algo más que velocidad. Los fabricantes llevan a cabo pruebas de frenos, baterías, software y resistencia de los materiales. Junto con los intentos de récord, Nürburgring se ha convertido así en un centro de desarrollo para la industria automotriz.
Circuito y laboratorio
Por ello, los fabricantes chinos también quieren pasar por este icónico laboratorio. Tanto es así que Nürburgring está reestructurando su infraestructura: acaban de desmontar parte de la montaña rusa que estaba abandonada. El objetivo es ganar espacio para albergar, en Ringwerk, un centro de tecnología y desarrollo.
A ellos se unirán una zona de talleres, espacios de trabajo técnico y, si fuera necesario, salas de presentaciones más pequeñas. El propio circuito no gestionará todas estas instalaciones, sino que las arrendará a socios externos.
Nürburgring seguirá siendo un circuito de carreras, pero también un lugar de pruebas y desarrollo en el que la industria del motor pueda seguir desarrollándose. En este contexto, consideran que cooperación internacional es tan útil como necesaria: por ello, han abierto sus puertas a las marcas chinas que, en un futuro, podrían establecerse a largo plazo en Alemania.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.
