El presidente de los Estados Unidos no siempre ha usado un vehículo blindado con apariencia de limusina. Viajaban en limusinas comunes que habían sido complementadas con fuertes medidas de seguridad. Ahora cualquier persona también puede hacerlo.
Las limusinas de los presidentes de Estados Unidos no suelen terminar en subastas, pero en la venta anual de Mecum en Kissimmee (Florida) hay una. Concretamente, el Cadillac Fleetwood Brougham de Bill Clinton: será la primera que acabe en manos de un ciudadano.
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Poco más de 1.000 kilómetros
Con 1.081 kilómetros en el odómetro, el Cadillac Fleetwood Brougham fue construido en 1996 para el presidente Bill Clinton. Es uno de los tres que tuvo en su mandato: otro está en la Biblioteca y Museo Presidencial Clinton en Arkansas, mientras que la CIA nunca entregó el tercero.
General Motors estimó que el desarrollo de los tres vehículos presidenciales tuvo un coste aproximado de seis millones de dólares: más de 13 millones de dólares (12,49 millones de euros, según el cambio actual) en la actualidad.
La elección de Bill Clinton coincidió con el lanzamiento del Cadillac Fleetwood: en aquel momento se convirtió en la berlina de lujo más importante de la marca. Fue, al mismo tiempo, el último coche presidencial basado en un modelo existente. La primera versión de La Bestia le sustituyó en 2001 de la mano de George W. Bush.
Impulsado por un V8
La versión presidencial del Cadillac Fleetwood se alargó 1,21 metros y su techo creció 7,62 centímetros.
Bajo el capó hay un V8 de 7,4 litros, fabricado a mano por Jack Roush, que está emparejado con una transmisión automática de cuatro velocidades. Podría alcanzar una velocidad máxima de 228 km/h.
Lo equiparon con un blindaje de nivel B6 y cristales a prueba de balas. El interior está decorado con una lujosa tapicería de cuero azul y alfombras a juego, así como detalles en madera de zebrano.
La parte trasera puede acomodar hasta seis pasajeros y aunque los sistemas de comunicación fueron eliminados hace tiempo, los de oxígeno, extinción de incendios y megafonía están intactos. A esto hay que sumar un televisor Thomson y un reproductor de VHS.
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