Qué es un ‘kei car’ y por qué podría acabar llegando a Europa

Estos vehículos propios del mercado japonés tienen un tamaño muy contenido y la potencia justa, y las mecánicas eléctricas les pueden abrir muchas puertas.

Kei Car

El Honda N-Box fue el Kei Car más vendido en 2022.

Aunque el mundo del automóvil es cada vez más global y son muchos los modelos que se producen y exportan para infinidad de países, ciertas regiones tienen unas características peculiares que hacen que aparezcan vehículos e incluso segmentos exclusivos para sus mercados. Es el caso de los ‘kei car’ japoneses, que en la era de la electrificación podrían llevar a cabo un éxodo hacia Europa.

El origen de estos vehículos se sitúa en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Dadas las dificultades económicas de la época, Japón estableció una normativa muy estricta para que los fabricantes de coches produjesen utilitarios pequeños que se pudiera permitir incluso la clase baja de la sociedad.

El objetivo era conseguir automóviles de precio asequible, con un bajo consumo y, además, con un tamaño comedido para no ocupar demasiado espacio en las grandes ciudades niponas.

Esta fue la base para establecer una normativa que se mantiene todavía a día de hoy: los kei car no pueden medir más de 3,4 metros de largo, 1,48 metros de ancho ni 2 metros de alto. Además, la cilindrada máxima permitida para sus motores es de 660cc, o equivalente en el caso de mecánicas eléctricas.

El resultado de aplicar estas reglas es un tipo de automóvil muy particular en el que, aunque hay excepciones (como el deportivo Honda S660), por norma general estos microcoches tienen unas formas muy cuadradas que buscan maximizar el espacio dentro de sus muy limitadas dimensiones.

Un auténtico éxito en Japón

La fórmula de practicidad y bajo coste ha demostrado ser un auténtico éxito año tras año, puesto que los kei car son los coches más vendidos en el mercado doméstico japonés año tras año.

Incluso en un periodo de recesión, en 2022 se comercializaron 1,17 millones de unidades. La cifra fue más baja que en 2021, pero representó una mayor porción del mercado: la cuota aumentó del 33,4 al 34,1%. Es decir, uno de cada tres coches vendidos en Japón es un kei car.

Motores eléctricos, muchas posibilidades

El desarrollo de estos vehículos ha estado circunscrito al mercado japonés y en términos generales no ha barajado su venta en otros países, puesto que por tamaño y potencias limitadas (es raro que alcancen o superen los 70 CV), no parecían encajar en Europa y mucho menos en Estados Unidos.

Sin embargo, los cambios que se están produciendo en el mercado de la movilidad pueden facilitar un salto que no se ha dado en décadas.

Mitsubishi Delica Mini.

Las zonas de bajas emisiones y los ‘kei car’

Las cada vez más estrictas normas de acceso al centro de las ciudades europeas, que en España tienen forma de zonas de bajas emisiones, invitan a contar con un coche eléctrico. Y, dado que son entornos urbanos, es preferible que sea un vehículo ágil antes que uno grande o de mayores prestaciones.

En esta tesitura, los kei car sin emisiones, que cada vez tienen más presencia en el mercado japonés, encajarían perfectamente. Se trata de su hábitat natural. Además, las potencias que ofrecen están a la par de las de algunos eléctricos europeos con orientaciones similares, como pudiera ser el caso del Dacia Spring. El SUV eléctrico acaba de sumar un propulsor de 60 CV a su oferta, pero hasta hace poco solo se vendía con uno de 45 CV.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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