Renault Rafale: a la caza del resto de los SUV

Su nombre, heredado del famoso caza francés, y que significa ‘ráfaga’ ya adelanta sus intenciones: acabar con sus enemigos. Y lo pretende hacer cuerpo a cuerpo, pero no en el aire, sino en tierra. El nuevo Renault Rafale llega al segmento de los SUV grandes, los SUV del segmento D, para imponerse con su avanzada tecnología y un diseño cupé también de moda.

Con 4,71 metros de longitud, 1,86 metros de ancho y 1,61 metros de alto cuenta también con una distancia entre ejes de 2,74 metros, idéntica a la del nuevo Renault Espace.

Un ancho de vías superior en cuatro centímetros respecto al Espace y unas llantas de 20 pulgadas le da, en directo, más presencia. La zaga, rematada por una luneta trasera con un ángulo de 17 grados, es clave para su eficiencia aerodinámica y elimina la necesidad de montar un limpialunetas trasero.

Diseño con reminiscencias

No se puede negar que el nuevo Rafale recuerda mucho a otros vehículos, como al Lamborghini Urus, o incluso le da un aire al Peugeot 408. No es casual. El nuevo lenguaje de diseño de Renault lo ha iniciado Giles Vidal, cuyo último diseño para la marca del león fue precisamente ese 408.

En el frontal, el futuro comienza al mirar la parrilla. Depende del ángulo con que se vea, aparece o desaparece un fondo azul o gris pizarra según la versión, a través de unos rombos negros de alto brillo.

También hay que fijarse en sus faros. Porque después del recientemente presentado Renault Clio, este Rafale es el segundo vehículo de la gama francesa que incorpora la nueva firma lumínica de la marca.

Los pilotos traseros aparecen muy separados y de aspecto redondeado, y se han inspirado en un juego chino, con diversas formas geométricas y tecnología microóptica que realiza una animación de los mismos al encenderse o apagarse. Algo también muy de moda.

Respecto a su paleta cromática, el Rafale estará disponible en cinco colores de carrocería, incluidos dos nuevos: blanco satinado nacarado y azul Alpine, este último por primera vez en Renault. Pero lo hará en un tono algo más intenso que el que ya luce el Alpine A110.

Interior tecnológico

Dentro del Rafale, se inaugura un innovador techo solar denominado Solarbay, de 1,47 x 1,12 metros, y que pasa de opaco a transparente a voluntad gracias al desplazamiento de las moléculas, motivadas por un campo eléctrico. Este cambio se puede controlar con un botón en el techo o incluso por voz.

También los asientos resultan de lo más innovador, ya que además de ser de tejido textil de Alcántara reciclados en un 61%, cuentan con el logo Alpine iluminado en la parte superior del respaldo. Eso sí, solo se podrá ver en la versión esprit Alpine del Renault Rafale.

Esta versión también será especial en cuanto a los materiales utilizados a bordo. Por primera vez en un coche en el mundo se utiliza pizarra y, en la versión Techno, corcho tintado en su interior. La primera se incluye en el salpicadero orientado hacia el pasajero y en el reposamanos. El corcho natural tintado en negro también se utiliza en el panel del salpicadero.

En este salpicadero, la pantalla multimedia openR se compone de dos piezas en forma de L: una pantalla TFT horizontal de 12,3 pulgadas, que hace las veces de cuadro de instrumentos, y una táctil vertical de 12 pulgadas en el centro del salpicadero.

Con un nombre en clara referencia al mundo aeronáutico, su head-up display, un dispositivo originario de los aviones caza, no podía ser normal y corriente. Su tamaño es de 9,3 pulgadas y proyecta hasta la información de la navegación.

El espacio interior para el pasaje es de primer nivel, dada la misma distancia entre ejes que en el Espace. Y su trasera descendente no resta demasiado espacio para las cabezas, ya que, si en el Espace hay 89,2 centímetros desde la banqueta al techo, en este Rafale hay 88.

Los pasajeros de esta zona también podrán disfrutar de un reposabrazos central que dispone de dos tomas USB, un espacio para guardar tabletas digitales o smartphones y dos soportes desplegables para ver esas pantallas de forma fácil y cómoda.

Y en el maletero, tampoco habrá problemas para meter las maletas de todos los pasajeros, gracias a sus 647 litros de capacidad.

Chasis y motor: se busca placer

Los ingenieros del chasis y motor han buscado, sobre todo, placer de conducción. Y ya se verá si lo han conseguido cuando se pruebe en movimiento.

De momento, se ha montado un eje trasero multibrazo asociado a la última evolución del sistema de dirección a las cuatro ruedas 4Control advanced. La misma configuración que en el Espace y que consigue, efectivamente, un nivel muy satisfactorio en cuanto a agrado de conducción se refiere.

Y al igual que en el Espace, el movimiento de las ruedas traseras es el mismo: en velocidades de más de 50 km/h giran hasta un grado en la misma dirección que las delanteras y hasta esa velocidad, hasta cinco grados en la dirección contraria. Con esto, su diámetro de giro es de solo 10,4 metros, por lo que maniobrar con este SUV, aunque roce los 4,8 metros de longitud, será muy sencillo.

Mecánica híbrida

El motor también es el mismo del Espace, es decir, un E-Tech full hybrid de 200 CV. Está compuesto por un motor de gasolina con turbo de 3 cilindros y 1,2 litros, que produce 130 CV y 205 Nm de par, y dos motores eléctricos.

Respecto a estos dos últimos, el motor principal desarrolla 50 kW (70 CV) y 205 Nm y está alimentado por una batería de iones de litio de 2 kWh a 400 V. El motor eléctrico secundario, con 25 CV y 50 Nm de par, se encarga de arrancar el motor de combustión interna y de gestionar los cambios de marcha sin necesidad de embrague.

Según Renault, este motor E-Tech permite hasta un 80% de tiempo de conducción eléctrica en ciudad y hasta un 40% de ahorro de combustible en comparación con un motor de combustión interna equivalente.

Además, mediante levas dispuestas tras el volante, el conductor puede elegir entre cuatro niveles en la intensidad de la frenada regenerativa.

Muy curiosa es la caja de cambios automática multimodo. Al igual que en el Espace, combina dos marchas para el motor eléctrico principal y cuatro para el motor de combustión interna. Las 15 combinaciones posibles de funcionamiento entre los distintos motores (eléctrico y de combustión) optimizan el consumo de combustible y las emisiones de CO2 en función del uso. Además, optimiza el modo de funcionamiento, ya sea 100% eléctrica, 100% de combustión interna o híbrida.

Más adelante llegará una versión 4×4 de 300 CV, al adquirir otro motor eléctrico en el eje trasero, que le convertirá en un SUV coupé de tracción a las cuatro ruedas. Será híbrido, pero esta vez enchufable, es decir, se podrá enchufar para recargarlo y circular durante más kilómetros en modo exclusivamente eléctrico.

Con 32 ayudas a la conducción (ADAS), el Rafale incorpora también luces LED Matrix Vision y un nivel 2 en conducción autónoma.

Otro buen argumento de este Renault Rafale es su lugar de fabricación: España, y más concretamente la factoría que la marca tiene en Palencia. Aún no se sabe su precio, pero estará más cerca de los 50.000 euros que de los 40.000. En primavera de 2024 llegará a los concesionarios.