Los mensajes destinados a los conductores (o escritos por los mismos dueños de los vehículos) generalmente llaman la atención. En internet abundan imágenes de recados que hacen alusión a la forma de conducir o de aparcar, en muchas ocasiones escritos bajo el anonimato.
Si de prácticas poco éticas se trata, en agosto salió a la luz una nota que indignó a mucha gente en las redes sociales por un hecho sucedido en España. Y es que aparcar en los espacios reservados para gente con movilidad reducida no solo supone una multa de 200 euros: es poco cívico.
Las consecuencias de ocupar un sitio reservado a los vehículos que trasladan o conducen personas con diversidad funcional afectan a su día a día, provocando grandes inconvenientes.
Un coche robado
Esta otra nota fue escrita por un ladrón en Brasil. La Guardia Municipal de Jundiaí (en el interior de São Paulo), localizó este lunes un automóvil abandonado, sin varias de sus piezas, bastante dañado y con el siguiente mensaje escrito por el presunto delincuente: “Dejé el resto para no decir que soy malo”.
El vehículo fue encontrado sin las cuatro ruedas ni espejo retrovisor, entre otros daños, piezas que luego se venden a través de internet o en el mercado negro. El coche, un Ford Fiesta de color rojo, había sido robado el 29 de agosto.
También en Brasil
Otro mensaje diferente también ha llamado la atención en Brasil y que se ha viralizado rápidamente. La siguiente imagen corresponde a un coche de VTC en Goiânia. Aunque no se especifica de qué compañía se trata, lo curioso es que el conductor insta a los pasajeros a pensarlo dos veces antes de evaluarlo.
“¡Hola pasajeros! Antes de calificarme con menos de cinco estrellas, recuerda: trabajo de 12 a 14 horas en el tráfico (…) para transportarte con mucho profesionalismo”, comienza.
“A veces no encuentro un lugar para aparcar, para que embarques o desembarques, y a veces me multan por eso. Además de transportar una variedad de personas con diferentes personalidades”, continúa el mensaje. El cartel termina con un texto en rojo: “¡Eres una bendición! Dios los siga bendiciendo grandemente”.
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