El Salón del Automóvil de Pekín ha reabierto sus puertas después de cuatro años de parón, y lo ha hecho con una presencia abrumadora de vehículos eléctricos (VE). China, el mayor productor y exportador de coches del mundo, está marcando pautas en el sector automovilístico por primera vez en la historia gracias al ascenso imparable de sus modelos de nuevas energías, que se han convertido en los protagonistas indiscutibles del evento que finaliza este fin de semana en la urbe capitalina.
Durante la cita, en la que se ha subrayado que el mayor mercado automovilístico del mundo tiene todas las miras puestas en la electrificación, se han presentado 117 nuevos modelos (24 más que el año pasado en Shanghái) y se han exhibido un total de 278 coches de nuevas energías, siete más que hace un año, de acuerdo con los organizadores.
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La principal feria automovilística de China se ha celebrado en un momento crucial para el sector. A nivel nacional, los fabricantes están lidiando, por un lado, con una atonía del consumo y, por otro, con un exceso de capacidad que ha desencadenado, a su vez, una feroz competencia que los está impulsando a exportar más vehículos.
No obstante, la velocidad a la que las firmas chinas se están abriendo paso en otros mercados preocupa a algunos gobiernos occidentales, que temen que representen una amenaza para los fabricantes y empleos locales.
Dudas desde Europa
Bruselas inició en septiembre una investigación sobre las presuntas ayudas estatales chinas al sector, y recientemente ha implementado un novedoso mecanismo para evitar que las subvenciones extranjeras distorsionen el mercado único. Washington, por su parte, también ha mostrado su inquietud por el exceso de capacidad productiva de China en sectores vinculados a la transición energética, y ha alertado de que el resto del mundo no es capaz de absorber dicha sobrecapacidad.
Y es que, si algo ha quedado patente en la feria pekinesa del motor, es que las marcas chinas están redefiniendo las expectativas del mercado global. “En el Salón del Automóvil de Pekín se ha demostrado que los coches de gasolina han perdido el interés y que lo que se busca ahora son las novedades en tecnología inteligente y electrificación”, expresó ante los medios el día de la inauguración William Li, fundador y director ejecutivo de Nio. “Los VE no son el futuro; son el presente”, enfatizó.
En la primera jornada del evento, a la que tuvo acceso EL PAÍS, las dos firmas que acapararon la mayor parte de los focos fueron las chinas BYD, el principal fabricante de VE del planeta, y el gigante tecnológico Xiaomi, que acaba de incursionar en el sector con el modelo deportivo SU7, que ha desatado la locura entre los consumidores.
“Estamos recibiendo muy buenas valoraciones. La gente ama este coche”, afirma a este diario Ma Yinghao, empleado del grupo de marketing de Xiaomi Car. El expositor de la compañía atrae a enormes multitudes ávidas por comprobar en primera persona las funcionalidades del coche del que todo el mundo está hablando. Para sentarse un par de minutos dentro de uno de los cinco vehículos en exposición hay que guardar más de media hora de cola, algo que no ocurre en los puestos de otros modelos.
El fenómeno Xiaomi
“Somos la primera empresa de móviles que fabrica un coche. Apple se rindió, pero nosotros lo hemos logrado”, enfatiza Ma. “A los usuarios [chinos] les encanta que el vehículo sea realmente inteligente. Y con nuestro sistema hemos conseguido llevar a otro nivel la experiencia de integrar nuestro smartphone y nuestro auto”, agrega.
Según revelaba poco antes en una comparecencia ante los medios Lei Jun, presidente y director ejecutivo de Xiaomi, el 29% de los compradores del SU7 son conductores de BMW, Mercedes Benz o Audi, y el 51,9% son usuarios de Apple, archirrival de Xiaomi en el sector de los teléfonos móviles.
El Xiaomi SU7, cuyas prestaciones recuerdan a las de un Porsche eléctrico, pero su precio es inferior al de un Tesla, se presentó el pasado 28 de marzo. En la inauguración del salón pekinés, Lei anunció que, hasta el 24 de abril, se habían realizado 75.723 reservas no reembolsables del vehículo.
La empresa se ha fijado como objetivo superar las 10.000 entregas para finales de junio, indicó el CEO de Xiaomi, tras asegurar que 5.781 clientes ya lo han recibido. Dar el salto al coche eléctrico ha sido un punto de inflexión para la compañía. En diciembre, Lei adelantó que Xiaomi aspira a convertirse en “los próximos 15 o 20 años en uno de los cinco principales fabricantes de coches del mundo”.
“Es súper cómodo y espacioso”, comenta Song Yang, de 32 años, visitante de la feria. “Creo que lo que realmente marca la diferencia es que cuenta con características de un coche de gama alta, pero a un bajo coste”, añade. “Quería probarlo, sentarme dentro, tocarlo y ver todo lo que ofrece. No creo que sea el tema del momento en redes sociales solo por marketing”, asevera.
El líder chino
Por su parte, BYD, el líder indiscutible a nivel nacional y principal rival de Tesla –gran ausente del salón–, ha presentado dos coches híbridos enchufables de “modo doble”, que pueden funcionar únicamente con electricidad o como híbridos. Su otra novedad es un SUV híbrido de la gama de ultralujo Yangwang, cuyo precio supera el millón de yuanes (128.000 euros).
“Los VE chinos, cuyos máximos exponentes son las series Qin y Han de BYD, han conseguido sustituir a gran escala a los coches de combustible tradicionales. Es una tendencia irreversible”, declaró ante la prensa Lu Tian, responsable de ventas de BYD.
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