Cuando un coche llega a una gran exposición como el Salón de Ginebra, abierto al público hasta el 19 de marzo, los responsables de la marca no lo dejan sin más plantado en el expositor: la preparación resulta mucho más complicada. Para muestra, los datos que se esconden detrás de la presencia del nuevo SEAT Ibiza en la muestra suiza.
• 600 vueltas al día: el nuevo Ibiza está ubicado en una plataforma que gira constantemente. En total, da unas 600 vueltas al día para que pueda ser contemplado desde todos los ángulos.
• 200 focos de luz: la iluminación resulta fundamental para que todas las líneas y todos los matices se aprecien perfectamente.
• 11 coches (y uno de reserva): además de los 11 coches que se exponen, se transporta un modelo gemelo del protagonista, el nuevo SEAT Ibiza. Y un equipo de profesionales con piezas de recambio y pintura está preparado para que, ante cualquier imprevisto, haya garantías de que los vehículos quedan en perfectas condiciones.
• Precisión al milímetro: 36 horas antes de la inauguración, un equipo de Producción y Calidad ubica cada vehículo justo en el punto exacto, estudiado durante meses en 3D. Y siempre con los logos de las llantas perfectamente alineados.
• Por tierra, mar y aire: los once coches se transportan por carretera desde Martorell hasta Ginebra. 800 kilómetros bajo fundas que los protegen del polvo. Cuando los salones son transoceánicos, los vehículos viajan en avión o incluso en barco.
• Un sobre lacrado: una funda especial cerrada con candado y un tradicional sello de lacre garantizan que un modelo que aún es confidencial siga siendo secreto hasta el evento. Las llaves del coche también se transportan en un sobre sellado de la misma manera.
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