Skoda Slavia, el descapotable checo que nunca verá la calle

Los estudiantes de la marca han llevado a cabo el proyecto desde cero, transformando un Scala en un biplaza a cielo abierto.

Skoda Slavia

Es el séptimo proyecto creado por los estudiantes de la marca.

Se llama Slavia y lo han fabricado los futuros ingenieros de Skoda. Desde 2014, los alumnos de la academia de la marca realizan cada año un ambicioso proyecto final y desarrollan un modelo one-off’, es decir, único, en el que el único límite lo ponen su imaginación y habilidad.

Este año, 31 estudiantes de ingeniería han dado forma al séptimo coche del proyecto, un automóvil que toma el Skoda Scala para dar como resultado un descapotable biplaza.

El Skoda Slavia mira al pasado de la marca checa de dos maneras. Por un lado, su nombre es el mismo que el de las primeras bicicletas que produjeron Václav Laurin y Václav Klement, cuando se fundó la compañía en 1895. Por otro, su diseño está inspirado en el Skoda 1100 OHC de 1957, un coche de competición.

La parte delantera del descapotable es idéntica a la del compacto, pero a partir del pilar A se ha eliminado el techo, que se ha remplazado por un par de jorobas en la parte trasera. Además, las puertas traseras se han soldado y en la zaga se ha instalado un alerón.

No solo eso: los estudiantes de ingeniería de Skoda han reforzado la zona de los bajos para mantener la rigidez del conjunto y han modificado el hueco en el que va el nuevo sistema de escape. Además, las llantas son del Kodiaq RS y el sistema de frenos, del Octavia RS.

Otro detalle llamativo es la atención que se ha prestado a la iluminación, con una firma lumínica frontal que en la oscuridad permite ver el logo, la parrilla, los grupos ópticos e incluso la línea de cintura extendiéndose hasta los faros traseros. También en la zaga el nombre de Skoda está retroiluminado, y en los bajos y las ruedas hay luce de led cuyo color se puede alternar desde una pantalla situada en el interior del coche.

El habitáculo lo dominan los asientos deportivos Sparco, con arneses de cuatro puntos. Están tapizados en cuero negro (como también el reposabrazos central, la palanca de cambio y el freno de mano) y se ha instalado un equipo de sonido con un subwoofer de 2.250 vatios.

Lo que no cambia en el Skoda Slavia es su apartado mecánico, ya que conserva el motor gasolina 1.5 de 150 CV del Scala, que va asociado a una caja de cambios automática DSG de doble embrague y a un sistema de tracción delantera.

Los coches de los estudiantes de Skoda

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