Aunque los episodios de alerta por alta contaminación son casi anecdóticos en las ciudades españolas, la etiqueta ECO se ha convertido en el salvoconducto más deseado para evitar restricciones de acceso. Entre las soluciones más asequibles para conseguirlo destacan los híbridos bicombustible, que aparte de la gasolina, funcionan también con gas, ya sea GNC (gas natural comprimido) o GLP (gas licuado del petróleo).
Este último es el elegido por Subaru para su gama ECO bi-fuel: basta pedir la adaptación al adquirir el coche. Cuesta 1.750 euros, está cubierta por la garantía oficial de tres años o 100.000 kilómetros, y el sobreprecio se compensa con el ahorro de combustible, porque el GLP cuesta solo 0,70 euros el litro.
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La marca japonesa ofrecía ya varios modelos con GLP, empezando por el Impreza, su compacto de acceso, que se vende desde 22.250 euros con el motor 1.6i de 114 CV. Entre los SUV, había también versiones GLP del XV, con el mismo motor 1.6i, desde 23.650, y del Forester 2.0i de 150 CV, por 29.650.
La oferta se completa ahora con el Outback 2.5i de 175 CV, una ranchera todocaminos con suspensión elevada y protecciones inferiores que se vende desde 31.650 euros. Y en unos meses llegará el Levorg 1.6 de 170 CV, que con el sobreprecio de la adaptación estará disponible también por 31.650 euros.
Las variantes Eco bi-fuel de Subaru suponen ya uno de cada cinco modelos vendidos en España y mantienen las señas de identidad de la marca, como los motores bóxer de cilindros opuestos y la tracción 4×4. Además, aparte del depósito de gasolina, que varía entre 50 y 60 litros según el modelo, añaden un segundo tanque de gas de 46 a 60 litros que no resta espacio, aunque obliga a prescindir de la rueda de repuesto. Circulando con ambos combustibles, la autonomía puede superar los 1.000 kilómetros.
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