El Toyota Supra se ha hecho de rogar: nada menos que cinco años desde la presentación del prototipo del que ha derivado y más de tres lustros en el dique seco. Sin embargo, la empresa conjunta realizada con BMW ha llegado a buen puerto y por fin conocemos la quinta generación del deportivo japonés.
La marca ha respetado mucho el FT-1 Concept, lo que ha resultado en una estética muy llamativa, con un largo y bajo capó, una considerable anchura de vías y una trasera bastante musculosa en la que destacan tanto el alerón tipo ‘cola de pato’ como el agresivo difusor.
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El nuevo Toyota Supra tiene unas dimensiones compactas: 4.380 mm de largo, 1.865 mm de ancho y 1.295 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.470 mm que redunda en más espacio para sus dos ocupantes ya que, al contrario que sus predecesores, ahora es un biplaza. Su peso depende de la opción mecánica elegida, con una base de 1.410 kilos y un tope de 1.520, en ambos casos con un reparto del 50% entre ambos ejes.
La colaboración de Toyota con BMW queda patente en su apartado mecánico, con una plataforma común que, eso sí, luego ha sido desarrollada por cuenta de la marca japonesa. Monta frenos Brembo, una suspensión adaptativa, diferencial activo electrónico…
En lo que se refiere a motores, la gama del Toyota Supra estará formada por tres propulsores, que no estarán disponibles en todos los mercados del mundo. La base la formarán dos bloques 2.0 tetracilíndricos de 197 y 258 CV, y el superior es un propulsor 3.0 de seis cilindros con 340 CV y 500 Nm, combinado con una transmisión automática de ocho relaciones y que hace que pase de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, llegando hasta los 250 km/h.
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