El Toyota GT86 (y sus hermanos Subaru BRZ y Scion FR-S) han hecho las delicias de los preparadores desde que se pusieron a la venta. Con un motor pequeño de solo 200 CV ha sido fácil para muchos potenciarlo a nivel mecánico, y su figura atlética es óptima para los talleres especializados en trabajos de carrocería. El de Dotz Shift se encuentra entre los segundos.
Le han montado un kit de carrocería que ensancha el conjunto, añade un paragolpes delantero más alargado y con mayor espacio para las luces antiniebla, nuevos faldones laterales y un difusor trasero más marcado que aloja en los laterales dos salidas de escape dobles, única modificación mecánica de la preparación, que mantiene intactos los 200 CV originales.
El último detalle son las llantas de aleación específicas, con un diseño de siete radios dobles y que combinan la parte central pintada en color negro brillante con el marco el metal pulido. La preparación las calza en una medida de 19 pulgadas, pero las ofrecen desde las 15 (es de suponer que para otros coches, para un GT-R unas llantas tan pequeñas quedarían algo escasas).
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