Fue el pasado 18 de septiembre cuando estalló la bomba del fraude de las emisiones de los motores diésel Volkswagen en Estados Unidos. Un escándalo sin precedentes que se extendió como la pólvora (seguimos con las referencias explosivas propias de la situación) al resto del mundo y a las demás marcas del grupo alemán, que confesaba que podían existir irregularidades en más de 11 millones de vehículos entre todos los mercados.
Una crisis de consecuencias imprevisibles para la empresa por su magnitud y gravedad, aunque de momento no se ha trasladado a los concesionarios de la marca en España: Volkswagen ha cerrado septiembre como líder en matriculaciones, al sacar de sus puntos de venta 5.982 automóviles, casi 500 más que su inmediato seguidor, Peugeot con 5.491. Renault es la tercera clasificada con unas ventas de 4.732 unidades.
Con este resultado, Volkswagen mantiene su hegemonía en lo que llevamos de ejercicio con 68.965 matriculaciones. Queda saber cuál será el efecto de este cataclismo en su actividad comercial a partir de estos momentos, aunque se antoja difícil que pueda cerrar el curso como la primera marca del país; a continuación figuran Seat (también implicada en el escándalo) con 61.286 unidades y Opel, con 59.831.
Por modelos, el Citroën C4 lideró en septiembre como también hace en el acumulado de los nueve primeros meses, en un mercado que el pasado mes llegó a las 69.826 operaciones, que representan un 22,5 por ciento más que las 57.010 del mismo periodo del pasado año.
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