Ya no habrá más coches familiares de Volvo. La marca reniega de los vehículos que ayudaron a cimentar su reputación de seguridad y practicidad.
En el futuro dedicará su esfuerzo a los SUV, crossovers y sedanes, como acaba de demostrar con el Volvo ES90, un vehículo a medio camino entre las carrocerías mencionadas, pero con un puesto de conducción más alto que un turismo habitual.
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El director ejecutivo de la marca sueca, Jim Rowan, ha hecho unas recientes declaraciones en las que justifica esta decisión, básicamente, por costes: “es caro sacar al mercado diferentes modelos y es caro mantenerlos en el mercado”. El resultado es una decisión difícil. “Por lo tanto, tenemos que tomar una decisión: en lugar de lanzar un nuevo V90, por ejemplo, ¿es mejor posicionar ese coche de una manera ligeramente diferente?”, dijo.

Sin embargo, el director ejecutivo no quiere mezclarse con otros SUV. “Estamos tomando decisiones muy conscientes sobre dónde queremos jugar. Donde nos diferenciamos es en los SUV: una altura de conducción agradable y alta, muy seguros, y creemos que podemos proteger esa ventaja frente a la competencia. Es mucho más fácil que nos distraigamos con demasiados modelos”, ha declarado Rowan.
Audi sí que apuesta por los familiares
Además, todo esto sucede al mismo tiempo que Audi está anunciando y presentando un nuevo Audi A6 Avant, el familiar de la marca que tanto éxito ha tenido, sobre todo en su versión más campera y con altura ajustable, denominada ‘allroad‘.

Volvo no ha confirmado cuándo desaparecerán sus carrocerías familiares, pero no es difícil imaginar que los modelos V60 y V90 con su forma actual podrían ser los últimos con esta línea, que tuvieron como primer representante al Volvo Duett, un modelo que se lanzó en 1953.
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