Los todoterrenos ligeros o SUV (chasis de turismo y cambio sin reductora) se han puesto de moda como coches familiares y se están convirtiendo en el gran filón de los fabricantes de prestigio: las ventas de estos modelos suponen ya cerca del 30% del total en algunas marcas como Audi, y por ahora apenas han cubierto la oferta de los modelos de tamaño medio y grande.
Pero para mantener la progresión hay que adelantarse a la competencia, y aparte de desplegar las gamas en todos los tamaños, incluidos los más pequeños, ahora se está desdoblando también cada modelo para ofrecer dos carrocerías en vez de una sola: una de formato más clásico y cuadrado que prima la habitabilidad y el uso familiar, y otra más estilizada para seducir a solteros y parejas jóvenes.
Estas estrategias se reflejan en los lanzamientos que preparan las marcas alemanas de prestigio para 2014. Pero cada una tiene sus prioridades. Mercedes, que va con retraso, está cubriendo ahora con el GLA –la carrocería todoterreno del nuevo Clase A– el hueco inferior que ocupan desde hace tiempo los Audi Q3, BMW X1 y Range Rover Evoque. Audi, en cambio, parece optar por el volumen y ha confirmado que baja un escalón más para lanzar el Q1, que se basará en su utilitario A1, aunque no llegará hasta 2016. Antes, en 2015, lanzará el Q4, la carrocería cupé del Q5. Y BMW, que es la más avanzada en el despliegue de su gama de todoterrenos, lanzará en octubre el X4, la carrocería estilizada y deportiva del X3, que repite lo que supone el X6 respecto al X5, pero en un formato más compacto y asequible.
La alternativa del grupo VW al X4 a corto plazo será el Porsche Macan, hermano pequeño del Cayenne, que comparte la base del Audi Q5 con el poderío mecánico de la marca de Stuttgart. Llegará en abril con precios elevados, desde 63.1500 euros la versión básica 3.0 diésel de 258 CV. Y el Macan S, el más asequible en gasolina, sube a 68.100, aunque tiene 340 CV. Más adelante habrá propuestas más económicas. Aunque no lo ha confirmado, Jaguar también ultima su primer todoterreno, que se basará en el prototipo C-X17 desvelado en el Salón de Fráncfort. Destaca por su exquisita silueta y tendrá el tamaño del Audi Q5, pero no llegará antes de 2015.
DEL BMW X5 AL AUDI Q7
Aparte de las nuevas siluetas de trazos deportivos, en 2014 llegarán también modelos de arquitectura clásica. Para empezar, BMW acaba de lanzar la tercera generación del X5, que se vende con cinco y siete plazas, y cuenta con motores de gasolina y diésel a la última en potencia, prestaciones y eficiencia. Land Rover completará en marzo la gama del nuevo Range Rover con una versión larga LWB para atender los deseos de los nuevos ricos de los países emergentes. En la misma línea, Bentley también prepara un supertodoterreno de lujo basado en el prototipo EXP 9F, que podría llamarse Falcon en un guiño a la pasión por la cetrería de los jeques del petróleo, sus principales clientes. Además, se espera que a lo largo del año se anuncie cuando llegará el relevo del Discovery, que cumple ya el final de su ciclo de vida. Audi podría sustituir este año el Q7, su buque insignia en 4×4, que tendrá dos versiones, corta y larga. Y Maserati ha confirmado para este año la llegada del Levante, su primer todoterreno. Por último, Volvo presentará por fin en septiembre, en el Salón de París, el relevo del XC90, su veterano todoterreno grande de siete plazas, que se reemplazará por un modelo más estilizado.
En un escalón inferior en precio se sitúan los nuevos todoterrenos de las marcas populares. Mitsubishi completará en febrero la gama Outlander con una versión PHEV (enchufable). Hyundai también lanzará en otoño el Grand Santa Fe, la versión larga de su 4×4, que debía llegar en enero, pero se retrasa: la marca no logra cubrir la demanda de EE UU y Corea. Y Ford ha anunciado que la próxima generación del Edge, su todoterreno norteamericano, se hará global y llegará a Europa a partir de 2015.
Eficiencia en la tracción y la mecánica
Primero fue Lexus con el RX; después, VW y Porsche con sus Touareg y Cayenne, y ahora, Land Rover, que acaba de introducir una mecánica híbrida en los Range y Range Sport. Junto a la reducción de peso y las mejoras aerodinámicas, el apoyo eléctrico es el tercer gran pilar sobre el que se sustenta la contención del consumo en los todoterrenos grandes.
El Range Hybrid ya está disponible (95.100 euros) y equipa una mecánica híbrida diésel con 340 CV y 6,4 litros de gasto medio. Un registro meritorio para un 4×4 de esta potencia, casi 4,9 metros de largo y más de dos toneladas de peso. El siguiente paso llegará con los híbridos enchufables, y ya hay dos modelos previstos: Mitsubishi Outlander (próximo febrero) y BMW X5 (segunda mitad de 2014). El Outlander aporta una autonomía eléctrica de 55 kilómetros y un consumo en modo híbrido de solo 1,8 litros en los primeros 100 kilómetros. El X5, por su parte, recogerá la mecánica del prototipo X5 eDrive y tiene una parte eléctrica menos potente que el Mitsubishi: hasta 30 kilómetros de radio de acción eléctrico y 3,8 litros de consumo.
La tracción 4×4, eje central de los todoterrenos, también está cambiando. Ahora se apuesta por la gestión electrónica para potenciar la eficacia sobre cualquier terreno y contribuir además a reducir el gasto. En los modelos sin reductora se utiliza un reparto variable. En condiciones normales, la fuerza llega a un solo eje y se eliminan así rozamientos internos innecesarios; cuando el terreno patina, se conecta la transmisión de potencia a ambos ejes. En los que llevan reductora, la electrónica se destina a adaptar la respuesta de toda la mecánica (acelerador, cambio, suspensión) a cada terreno (barro, piedras) para reforzar la capacidad de avance.
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