Y así es el nuevo Audi R8

Si, lo juramos, es el nuevo Audi R8. Cuesta un poco distinguirlo de su predecesor pero al final la marca de los cuatro aros ha decidido seguir su política de los modelos más “normales” y aplicarla a su deportivo: poco arriesgado y solo ligeros cambios.

De hecho, podríamos decir que estamos ante una ‘desradicalización’ del R8. Aunque las proporciones generales se mantienen, la parrilla, ahora hexagonal, es más pequeña; y lo mismo sucede con los pilotos y las entradas de aire del paragolpes, que aún teniendo un diseño más afilado y rectilíneo, ven reducidas sus dimensiones. Otro elemento que apunta en esta dirección (y que le da un parecido más marcado con el Audi TT) son los paneles laterales, que en la primera generación ocupaban prácticamente la altura del modelo y ahora son más testimoniales. En la zaga las salidas de aire pierden las láminas horizontales y ganan una malla, el difusor es mayor y las dos salidas de escape están integradas en el paragolpes.

Donde la mejora es palpable es en el aspecto mecánico, con un aumento de potencia que le llevan a convertirse en el Audi de producción más potente y rápido de la historia de la marca. Hablamos de la versión R8 V10 plus, que monta un motor V10 5.2 FSI de 610 CV, hace el 0-100 en 3,2 segundos y alcanza los 330 km. También estará disponible una variante de ‘acceso’ con bloque V10 5.2 FSI de 540 CV. En ambos casos emplearán caja de cambios automática Stronic de siete relaciones y tracción integral quattro.

Las ventas del nuevo R8 comenzarán en verano con un precio de 191.800 euros para el R8 V10, y de 214.800 euros para la versión R8 V10 plus.