Un Tesla grababa hace pocos días a una mujer vandalizando el coche del presentador Nacho Abad.
Su ‘Modo Centinela’ captó con total claridad cómo esta persona rayaba la carrocería. Y este reciente suceso ha puesto en primer plano cuestiones ligadas tanto a la seguridad como a la vigilancia privada en el entorno urbano.
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El presentador Nacho Abad denunció que su vehículo fue objeto de un acto vandálico cuando estaba estacionado en un centro comercial de Madrid: según su versión y los vídeos aportados, una persona bajó del coche aparcado al lado del suyo, sacó una foto al vehículo de Abad y, llave en mano, lo rayó por ambos laterales antes de marcharse.
¿Quién era la agresora?
El automóvil de Abad no era uno cualquiera: se trataba de un modelo Tesla equipado con la función denominada ‘Modo Centinela’ (Sentry Mode), un sistema que permite al vehículo grabar lo que ocurre a su alrededor cuando está estacionado y detecta movimiento sospechoso. Gracias a este dispositivo, la víctima pudo aportar imágenes claras del ataque, lo que resultó clave para la identificación de la presunta agresora.
Aquí viene lo bueno: la investigación identificó a la autora como una agente de Policía Municipal de Madrid destinada al Escuadrón de Caballería de la capital.
Este caso revela también una paradoja: una agente del orden, que debería velar precisamente por el cumplimiento de la ley, resulta la principal implicada como agresora en un acto vandálico.
Esto no solo pone en entredicho la conducta individual de la funcionaria implicada, sino que también plantea un desafío de legitimidad institucional para la Policía Municipal.
Y, por supuesto, el hecho de que la grabación provenga del propio sistema de seguridad del coche deja claro que hoy en día la movilidad y la vigilancia se solapan: lo que parecía un vehículo estacionado se ha convertido en un testigo silencioso de un delito.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.