“El supercargador de La Gineta está a reventar y hay dos postes que no funcionan”, publicó el 30 de marzo de 2024 el conductor de un Tesla en X. Aquel mensaje fue uno de los muchos que resonaron en la red social y saltaron después a los informativos: las imágenes de los coches eléctricos atascados en las estaciones de carga, aguantando largas colas a la vuelta de Semana Santa, se mostraron en bucle y ejemplificaron las dificultades que sufren en ocasiones algunos usuarios de coches eléctricos. “Un desastre, tres puntos dejaron de funcionar y otros súper lentos. Al final decidí marcharme y cargar a 7km”, añadió el mismo automovilista. ¿Pueden repetirse los problemas este año? ¿Faltan cargadores en España?
El despliegue de la infraestructura se ha considerado tradicionalmente uno de los cuellos de botella que frena el crecimiento de la movilidad eléctrica en España. Al término del primer trimestre de 2024, cuando se produjeron aquellos atascos, la red de carga de acceso público sumaba en España 32.422 puntos, según el barómetro de electromovilidad de la patronal de fabricantes ANFAC. De ellos, solo 2.103 tenían una potencia de más de 150 kW.
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El mapa mostraba, además, 8.645 puntos de acceso público fuera de servicio, bien sea por encontrarse en mal estado o averiados, o porque aún no se habían podido conectar a la red de distribución eléctrica. La situación actual es mucho mejor, pero, a juicio de Arturo Pérez de Lucia, director general de la patronal de la movilidad eléctrica AEDIVE, en ningún caso la infraestructura es insuficiente. Ni en la Semana Santa de hace un año ni ahora.
Red de recarga vacía
“La red de recarga pública actual está sobredimensionada respecto al parque eléctrico, ya que tiene una tasa de ocupación media del 5% o menos”, sostiene Pérez de Lucia. “La mayoría del tiempo, cada día, estas infraestructuras están casi desocupadas”, añade por correo, y hace hincapié en que la calidad de la red no puede valorarse “en base a lo que sucede en una operación salida o regreso de vacaciones”.
Aland Bru, uno de los fundadores del Club Tesla en España, echa mano de la experiencia propia y del sentido común para hablar de los problemas de recarga. “Yo siempre huyo de acudir a un restaurante a las dos en punto. Es una norma básica de precaución para evitar las colas y las esperas”, señala por teléfono. “Si accedemos al mapa de Tesla que todos tenemos en el móvil, vemos que la gran mayoría del tiempo [los cargadores] están desocupados. Si entras a las dos, puedes ver que ya se han llenado. Por muy grande que hagas el restaurante, siempre va a haber momentos en los que se llene y el resto del día esté vacío”, ilustra.

Pérez de Lucia reseña, además, que en las salidas o regresos de festivos, especialmente en las gasolineras con mejores precios “también se suelen producir atascos” de coches de combustión y esta circunstancia “no es motivo de noticia”. La desventaja de los eléctricos, en un caso como este, es que la carga semirrápida (con potencias de hasta 22 kW, la más abundante en las carreteras) tarda en recuperar la energía del vehículo entre una y tres horas, según cálculos de Repsol.
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Aun así, lo que ocurrió hace 12 meses en las estaciones de supercargadores de la autovía A-31 en La Gineta (Albacete) y los de la autovía A-3 cercanos a Atalaya del Cañavate (Cuenca) se debió a “la falta de planificación de los conductores”, apunta Pérez de Lucia. En las proximidades había estaciones de diferentes operadores vacías “e, incluso, con mayores potencias disponibles de recarga”, añade.

Un año después de aquello, los datos de ANFAC muestran una notable mejoría en la infraestructura. Durante el primer trimestre de 2025, el número de puntos de recarga creció casi un 20% respecto al cierre de 2024. Con un incremento de 7.633 nuevos puntos, el desarrollo de la red en los tres últimos meses se acercó al logrado en todo 2024 respecto a 2023. Ahora España cuenta con 46.358 puntos de acceso público y otros 13.072 están instalados, pero no operativos.
Cargadores de Tesla: desde 150 kW
La red de supercargadores de Tesla suma en España 721 postes repartidos en 76 estaciones y con un mínimo de 150 kW de potencia, lo que permite proporcionar a sus clientes recargas veloces. La oferta de la marca de Musk, sin embargo, es una excepción: el 69,6% de los 46.358 puntos de acceso público que contabiliza ANFAC tiene una potencia de menos de 22 kW, insuficiente para recuperar la energía de un coche eléctrico con rapidez.
“La infraestructura de recarga sigue expandiéndose, facilitando y acelerando la adopción de la movilidad eléctrica y gracias al anuncio de la puesta en marcha de nuevo del plan Moves, esperamos que esta tendencia se acelere aún más en los próximos meses. Si conseguimos mantener y reforzar esta tendencia lograremos nuestro mayor reto, que es recuperar el terreno perdido con los países líderes”, expresó el director general de ANFAC, José López-Tafall, en la presentación del último informe sobre este asunto.
Las cifras que maneja AEDIVE (procedentes de los propios operadores, integrados en la asociación) son ligeramente inferiores, con 43.559 puntos operativos en el primer trimestre de 2025 más unos 3.500 fuera de servicio. De cualquier modo, España sigue lejos de lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que marcaba como meta 91.000 puntos de recarga antes de que acabase 2025.
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