En el corazón del vertiginoso ascenso de BYD, la compañía automovilística que está revolucionando el mercado global, se encuentra la figura de Wang Chuanfu, un empresario cuya historia de vida es un testimonio de perseverancia y visión de futuro. Nacido en 1966 en el seno de una familia de agricultores en la provincia de Anhui, China, Chuanfu superó la adversidad desde una temprana edad. Tras quedar huérfano muy joven, tuvo que ser criado por sus hermanos mayores.
Quiso dejar la escuela al terminar la secundaria, pero su hermano mayor le convenció para que fuera a la universidad. Su pasión por la ciencia lo llevó a estudiar química, física y metalurgia en la Universidad Industrial Central del Sur, donde se graduó en 1987 y obtuvo un máster en metalurgia. Tras años de investigación estatal, en 1995 dio el salto al sector privado, fundando BYD Company en Shenzhen junto a su primo Lu Xiangyang. Inicialmente, la empresa se dedicó a la fabricación de baterías para móviles, un mercado en auge en aquel entonces.
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De baterías de móviles a coches eléctricos
El éxito de BYD en la fabricación de baterías para móviles, suministrando a gigantes como Motorola, Nokia y Samsung, sentó las bases para la ambición de Chuanfu de expandirse al sector automovilístico. En 2003, adquirió Qinchuan Machinery Works, un fabricante de automóviles local que estaba pasando dificultades financieras, y fundó BYD Automobile, la división de automoción de la marca.
A diferencia de otros fabricantes de vehículos eléctricos, Chuanfu apostó por una estrategia de producción basada en la segmentación y la mano de obra, lo que le permitió contener los costos y acelerar la producción. Esta visión, combinada con su enfoque en la innovación y la calidad, llevó a BYD a convertirse en un referente en la industria de los vehículos eléctricos en menos de 15 años desde su nacimiento.

El respaldo de Warren Buffett
En 2008, la visión de Chuanfu atrajo la atención de Warren Buffett, quien, a través de su socio Charlie Munger, invirtió en BYD. Este respaldo impulsó aún más el crecimiento de la compañía, que se expandió a la fabricación de autobuses eléctricos y otros vehículos de nueva energía.
Hoy en día, BYD se ha consolidado como el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, superando incluso a Tesla en ventas. La compañía ha logrado este hito gracias a la visión de Wang Chuanfu, un líder que ha sabido anticiparse a las tendencias del mercado y construir un imperio empresarial basado en la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad.
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