Jacques Pieraerts (Amberes, 1959) es presidente de Toyota España desde principios de año. Pero no es un recién llegado a esta multinacional ni al mundo de las cuatro ruedas. Comenzó su carrera en el sector de la automoción en 1988 en Ford, donde ocupó diversos puestos directivos en Europa hasta que en 1998 recaló en la firma japonesa. En 2010 fue nombrado vicepresidente para España, y en 2012, presidente y consejero delegado. Cree que en 2013 habrá una ligera recuperación del mercado y que lo importante es apoyar a los concesionarios.
Pregunta. Se habla mucho ahora de pactos entre las grandes empresas de automoción. ¿Por qué nunca se menciona a Toyota?
Respuesta. Siempre hemos sido una firma que ha colaborado con otras grandes como Ford u Opel, y últimamente con BMW. Nos gustan los acuerdos de colaboración para determinados temas y siempre estamos abiertos a ellos, pero preferimos seguir siendo Toyota.
P. Tras el tsunami y la destrucción que sufrió Japón, Toyota dejó de ser la marca que más vehículos vendía del mundo. ¿Volverá a ser la número uno mundial?
R. Por supuesto. Volveremos a crecer. No hay que olvidar que sufrimos un terremoto enorme y luego inundaciones en Tailandia [donde también fabrican]. El impacto fue tremendo y perdimos en producción un millón de unidades. Se dice que Toyota ha perdido mucho en Estados Unidos, y es verdad, pero era porque los concesionarios no tenían coches. En Lexus [la marca de lujo de Toyota] nos pasó lo mismo. Hemos sufrido mucho por la falta de producción. Pero tenemos una ambición de crecimiento estable y rentable y estamos remontando.
P. El año pasado, en España, bajaron en ventas, pero Lexus subió. ¿Por qué?
R. Sí, perdimos un 0,1% de cuota de mercado. Hay varias explicaciones. La primera es que no vendimos coches a empresas de alquiler. El año anterior sí, más de 2.000. Eso representa un 0,2%, y hay otro factor que es más complicado de explicar. Nuestra cuota de ventas en el segmento de particulares es muy elevada, más que en flotas.
P. ¿Por qué dejaron de vender coches a las empresas de alquiler?
R. Porque mi enfoque es poner todos los medios humanos, técnicos y financieros para apoyar a la red de concesionarios. Si vendes a los alquileres, el concesionario no gana. La prioridad absoluta es mantener la red y que todos los medios de nuestro proyecto sirvan para ayudar a la red a pasar este periodo.
P. ¿Las marcas europeas son las grandes competidoras de Toyota?
R. Volkswagen, Peugeot… Los clientes que tienen a Toyota en su lista de posibles compras también los tienen a ellos.
P. ¿Cómo aceptan los españoles los híbridos?
R. Muy bien, muy bien. Es increíble. Pocos saben que después de Inglaterra, España es el país que más híbridos compra. Además, lo que percibimos es el gran interés de los particulares y de las flotas, no solo de los taxistas. Estos, es verdad, son los grandes embajadores y verdaderos entusiastas de nuestros modelos por su bajo consumo y por ser automáticos, pero sobre todo porque son coches muy fiables. Son vehículos que no fallan. El coste de garantía para algunas marcas es muy elevado; en Toyota, no: esa es una de nuestras ventajas. El coche con menos coste de garantía es el Prius.
P. ¿Pero hay gente que piensa que es un vehículo complicado con tanta tecnología?
R. No, al contrario. El motor eléctrico es muy sencillo. Siempre funciona en el rango óptimo para su eficiencia. No hay embrague, no hay cosas que se puedan desgastar como ocurre con otros coches. Las pastillas de freno, por ejemplo, sufren menos porque el motor eléctrico frena el vehículo. Se pueden hacer 90.000 kilómetros con las mismas pastillas. Eso es bueno para el cliente y una preocupación menos para los concesionarios. Los neumáticos se desgastan también menos porque es un coche muy equilibrado. El equilibrio de peso es perfecto y tiene una tracción suave.
P. ¿Por qué cada vez se venden más los coches caros, como Lexus, y menos los medianos?
R. Hay dos explicaciones. En periodos de crisis, la gente de dinero tiene más dinero. Y luego, el crecimiento del segmento Premium es una constante en toda Europa. Es así. Es una tendencia.
P. ¿Es un poco tremendo?
R. Es el efecto chicle. Si coges un chicle y lo estiras, tienes una bola a cada lado. Crecen Skoda, Dacia [marcas más populares], y hay una franja del público al que no le importa el presupuesto. Los que más sufren son los que están en medio. Y como Toyota tiene una marca ligeramente superior, eso nos ayuda.
P. ¿Cómo serán las ventas este año en España?
R. Más o menos como el año pasado en los primeros seis meses, luego quizá a partir de 2013 las cosas estarán claras y la gente sabrá dónde está y adónde hay que ir. A partir de 2013 podría crecer el mercado, pero será un proceso lento y largo. No será rápido.
P. ¿El Gobierno español está actuando adecuadamente?
R. España es el segundo país productor de coches. Y eso es muy importante: es trabajo, es empleo, es exportación, es riqueza para España y para Toyota. Por eso, crecer es importante. Cualquier Gobierno tiene que tener una política industrial. Siempre he dicho que no hay que volver al Plan 2000E porque solo adelanta la demanda y crea picos muy difíciles de gestionar y luego, pasado el efecto, el mercado cae. El mensaje que se manda es erróneo: si no hay ayudas públicas, no es buen momento para comprar. Y eso es falso. ¿A qué precio se compraba un Auris 1.4 con el Plan 200E y ahora? Pues la diferencia son 190 euros, pero ahora tiene aire acondicionado, y el de hace dos años, no. Y lo mismo pasa en otras marcas. El mensaje que hay que mandar es que nunca ha sido tan interesante comprar un coche como ahora. Mi petición al Gobierno es que digan ya que no habrá ayudas: no hay dinero. Que lo digan mañana, por favor. No hacerlo, mata el mercado y los concesionarios. Los concesionarios tienen que vender todos los meses, no de golpe.
P. ¿Hay ayudas fiscales o de tasas municipales para los híbridos?
R. En Alcobendas [municipio madrileño], por ejemplo, los híbridos no pagan parquímetro, pero la gente mezcla mucho. Existe un real decreto para eléctricos y enchufables con ayudas entre 2.000 y 7.000 euros. Los híbridos siempre han estado fuera. Pero también hay un fondo del Estado para las autonomías que promueven un ahorro. Los híbridos tienen ayudas según autonomías.
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