La popularización de los coches eléctricos, con unas ventas que crecen de manera constante y más modelos en el mercado, podría llevar a pensar que este tipo de vehículos, antes más exclusivos y ahora relativamente democratizados, son más baratos en la actualidad que hace unos años. Sin embargo, un reciente estudio de JATO apunta en la dirección opuesta: los coches eléctricos son más caros ahora que hace siete años.
Tomando datos de 2015 y de 2022, se ha establecido el precio medio de los vehículos sin emisiones en distintas regiones del mundo y se ha analizado su evolución.
La sorpresa radica en el hecho de que tanto en Europa como en Estados Unidos tienen un precio más elevado que hace más de un lustro.
En el Viejo Continente, se ha pasado de un coste de 48.942 euros a 55.821 euros, mientras que al otro lado del Atlántico el aumento ha sido todavía mayor, elevándose la media de 53.038 a 63.864 euros.
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El contrapunto se encuentra en China, donde la tendencia ha sido totalmente contraria: en 2017 el precio medio de un eléctrico era de 66.819 euros, el más caro de las tres regiones analizadas, y actualmente es de menos de la mitad, 31.829 euros.
También se han comparado los precios de los modelos de baterías con la media de los coches de gasolina, y de nuevo los eléctricos no quedan en un buen lugar: en Europa son un 27% más caros que los de gasolina y en Estados Unidos un 43%. El chino es el único mercado en el que el precio es un 33% inferior.
Por qué los coches eléctricos no bajan de precio
Las razones de este comportamiento tan dispar son básicamente dos: las ayudas a la compra y el enfoque que los fabricante están dando a sus primeras oleadas de automóviles eléctricos.
Respecto a lo primero, China ha puesto en marcha un gran programa de ayudas e incentivos a la compra de vehículos sin emisiones, algo que permite abaratar de manera considerable los precios, sobre todo en los segmentos de acceso (urbanitas y utilitarios). Las subvenciones que se ofrecen en Europa tienden a agotarse pronto (como ocurrió con el Plan Moves).
En cuanto a lo segundo, la óptica desde la que han afrontado la transición eléctrica los fabricantes europeos y chinos es muy diferente. Las marcas orientales se han volcado en la producción masiva de vehículos de bajo coste, con precios ajustados que han permitido democratizar de manera más rápida el coche eléctrico.
En Europa, los fabricantes han lanzado sus primeros eléctricos, por norma general, en segmentos superiores (con modelos como SUV grandes o medios y berlinas de representación). Además, en su mayoría, las primeras en llegar a este segmento han sido las marcas de primer nivel, lo que hace que las tarifas sean mucho mayores.
De estas dos circunstancias puede derivar algo que ya se intuye: la desaparición de los coches baratos tal y como se conocen ahora. Los fabricantes europeos, en su mayoría, están desatendiendo los segmentos de acceso en formato cero emisiones y es más que probable que sean las marcas chinas, que están comenzando a aterrizar en el continente, las que se hagan con ese enorme mercado.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.