¿Qué es un coche eléctrico de rango extendido? 

Los modelos sin emisiones suelen disponer de una autonomía limitada y esta tecnología permite alargarla sin recurrir a baterías de gran tamaño.

Un HR-V e:HEV, presentado este año por Honda.

Mucho tiempo cargando o costosas baterías. Ese es el dilema que los ingenieros intentan dilucidar para conseguir turismos electrificados que compitan de igual a igual en cuanto a autonomía con los de mecánica tradicional. 

Una de las soluciones más equilibradas son los coches eléctricos de rango extendido, una tecnología híbrida que garantiza sobre la marcha un plus de suministro eléctrico y aumenta el radio de acción del vehículo. 

Por lo general, casi todos los modelos sin emisiones ya disponen de un dispositivo que alarga su autonomía. Se trata de los frenos regenerativos, un sistema de recuperación de energía que aprovecha la propia inercia del vehículo en movimiento para producir electricidad y acumularla en la batería.  

Más autonomía

Gracias a esta tecnología, que recupera hasta el 70% de la generada en las frenadas, se obtienen unos kilómetros extra de alcance que mejoran las prestaciones generales. 

Pero, aunque esto ayuda, no resulta suficiente. Y si se quiere disponer de un rango de acción similar a los coches de motor de combustión, los eléctricos tienen que recurrir a baterías muy grandes y costosas que tardan mucho tiempo en recargarse. 

Los coches eléctricos de rango extendido proponen un sistema híbrido que utiliza un motor térmico como prolongador de autonomía. A diferencia de otros híbridos no enchufables, el motor de combustión actúa principalmente como un cargador de la batería. Así, suministra la mayor parte de la energía necesaria para que el motor eléctrico transmita la potencia a las ruedas. 

Autorrecarga sobre la marcha

La principal ventaja de las mecánicas de rango extendido es que, a igualdad de batería, disponen de una mejor autonomía sin depender tanto de las cargas en la red. 

En su contra, esta tecnología incrementa el precio del coche al combinar dos motores diferentes y también elevan el peso final. Además, son mecánicas que siguen dependiendo de los combustibles fósiles a la hora de producir ese plus de energía. 

La solución de rango extendido ya fue adoptada en su día por el eléctrico BMW i3, aunque después fue abandonada. Un pequeño motor de 34 CV aumentaba en 150 kilómetros la autonomía gracias a un depósito de gasolina de nueve litros.  

El caso del Honda HR-V

Más recientemente, el nuevo Honda HR-V e:HEV ha retomado una solución parecida, aunque el motor térmico sí interviene ocasionalmente en la tracción del vehículo. Su mecánica consta de dos motores eléctricos, y mientras uno funciona a modo de generador, el otro lo hace como propulsor. Por su lado, una pequeña batería se carga constantemente mediante un motor 1.5 de gasolina sin necesidad de conectarla a la red. De este modo, el Honda declara autonomías superiores a los 700 kilómetros.  

Por otro lado, Mazda anuncia para después del verano una versión de rango extendido para su modelo eléctrico MX-30. En su caso, es un pequeño motor rotativo el que sirve como generador de electricidad; según la marca, aumentará la autonomía desde los actuales 200 kilómetros hasta rebasar los 600.

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