Los coches eléctricos disfrutan de varias ventajas en el ámbito de la movilidad urbana. Por ejemplo, estos vehículos pueden circular por las zonas de bajas emisiones sin restricciones. También tienen descuentos al aparcar en los estacionamientos regulados, cuando no lo hacen gratis.
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Además, los coches eléctricos disponen de aparcamientos especiales en las que hay un enchufe para cargar la batería. Estas plazas se pueden ver en parkings, centros comerciales y en la calle, indistintamente. La teoría dicta que solo los coches eléctricos pueden aparcar en estos estacionamientos y, obviamente, solo para cargar la batería del vehículo.
La sensación de impotencia al encontrar un hueco libre para aparcar y ver que está destinado solo a este fin la sufren el resto de los conductores sin vehículos enchufables. No obstante, una vez que se publica la ley también se encuentra la trampa, por lo que no han tardado aplicarse trucos para engañar a los controladores de los aparcamientos.
Un adaptador para ‘cargar’ el coche
En concreto, este truco que ya se ha dejado ver en algunas localidades españolas es muy sencillo. Básicamente, consiste en adquirir una pieza que hace la suerte de ‘adaptador’. Este accesorio se coloca en el depósito de combustible (sin abrir la tapa) del coche y el otro extremo simula la conexión de un coche eléctrico.
Una vez acoplada esta pieza, simplemente hay que coger el enchufe del punto de recarga y colocarlo en esta suerte de adaptador. Vistas las imágenes, el truco da el pego, pero hay que considerar algunas dificultades.
Por ejemplo, muchos puntos de recarga ya no permiten extraer el cable del enchufe hasta que no se pasa la tarjeta correspondiente para pagar. En estos casos, el truco sería imposible de llevar a cabo.
Obviamente, si el coche es viejo o no tiene una estética que pueda pasar por un modelo electrificado, será difícil engañar a los controladores de los aparcamientos, que podrían sancionarnos.
Los coches eléctricos también aparcan mal
Huelga decir que, en el momento en el que se descubre el engaño, la multa por aparcar en una plaza destinada a la recarga de coches eléctrico está en los 200 euros, sin pérdida de puntos en el carnet de conducir.
De todas formas, un mal uso de este tipo de plazas de aparcamiento, destinadas a la recarga de las baterías, también es una conducta sancionable para los vehículos eléctricos. La clave está en hacer uso de la instalación de carga.
Cualquier conductor de coche eléctrico que aproveche estas señales en el suelo para dejarlo aparcado sin enchufarlo al punto de recarga tendrá que asumir, igualmente, una sanción de 200 euros.
El objetivo de habilitar estos estacionamientos específicos es facilitar la carga de los vehículos eléctricos. Impedir la disponibilidad de las plazas aparcando el coche contradice esta premisa y, por lo tanto, se considera una infracción, tipificada como grave.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.