El Grupo Volkswagen cuenta con la plataforma modular eléctrica MEB, que pondrá a disposición de fabricantes externos y, como es lógico, también está disponible para las marcas que forman parte del grupo. Skoda acaba de mostrar en el Salón de Ginebra 2019 su primer vehículo que la utilizará, el Vision IV.
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Se trata de un SUV cupé de cero emisiones, un prototipo que todavía no se sabe si llegará a producción como tal, pero de cuya presentación se desprende que la marca checa lanzará algún todocamino compacto eléctrico de aquí a no mucho.
El característico frontal de Skoda es más agresivo de lo habitual, con unos afilados faros conectados entre sí por una barra LED que corta la parrilla, los nervios marcan tanto el capó como los laterales del vehículo, confiriéndole un aspecto bastante musculoso. Una tarea a la que ayudan las llantas de 22 pulgadas, los retrovisores son sustituidos por cámaras, la vista lateral es muy limpia, con una gran superficie acristalada y una suave caída del techo que lleva a una zaga en la que el alerón está integrado en el maletero.
Opta por una configuración de dos motores, uno acoplado a cada eje, que generan una potencia total de 306 CV. Sirven para lanzar al Skoda Vision IV de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 180 km/h. Se alimentan gracias a una batería de 83 kWh, lo que le permite recorrer hasta 500 kilómetros. Ésta puede rellenarse utilizando un sistema de carga rápida que repone el 80% de su capacidad en solo 30 minutos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.