10 consejos para conducir con viento: el peligro de la borrasca ‘Ciarán’

La DGT recomienda prestar atención a las rachas más fuertes y poner especial cuidado en los túneles y en los puentes.

coche viento

Un coche en una carretera con viento y lluvia.

Toda España, excepto Canarias, está en alerta por viento, lluvia, nieve en algunas zonas y mala mar por culpa de la superborrasca Ciarán. Se espera, además, que a Ciarán la siga otro temporal atlántico profundo durante el fin de semana con una potencia similar.

A su paso, Ciarán ha dejado árboles caídos, vuelos cancelados, y problemas en las carreteras, con rachas de viento de cerca de 170 km/h en Galicia y en otras zonas de la cornisa cantábrica. En la red secundaria, además, en muchos puntos se ha activado la alerta por nieve, con la obligatoriedad de circular con cadenas.

Uno de los riesgos principales para los conductores es el viento, porque se trata de una amenaza invisible y además difícil de prever. Cuando la velocidad del viento alcanza cifras amenazadoras (70, 80 o hasta 100 km/), conviene seguir algunas normas fundamentales.

1. Evitar desplazamientos

El primer consejo elimina todos los demás: se debe consultar la previsión del tiempo y valorar realmente si es imprescindible conducir. Cuando la velocidad del viento supere los 70 km/h, la decisión más prudente es dejar el coche en casa. Y mucho más en el caso de los motoristas. En caso de que ponerse al volante sea inevitable, hay que considerar nota de las siguientes claves.

2. Averiguar la dirección del viento

Detectar la dirección del viento resulta fundamental para que reaccionar con más tiempo y acierto. Fíjate en las mangas de viento de las autovías o autopistas o en los árboles para averiguar desde dónde sopla.

No obstante, aunque no tengas puntos de referencia también resulta fácil saberlo. Si notas que al vehículo le cuesta avanzar más de lo habitual, significa que el aire da de frente. Por el contrario, si el coche va más ligero quiere decir que el viento empuja de cola.

Estas situaciones anteriores no son tan peligrosas, pero tampoco muy habituales: la carretera tiene curvas y la colocación respecto al viento va variando. Siempre se estará expuesto, en un momento u otro, al viento lateral (que puede hacerte perder el control más fácilmente).

En todo caso, lo más peligroso es el viento racheado, porque esos cambios de fuerza afectan constantemente a la estabilidad del vehículo.

3. Menos velocidad y marchas cortas

Una norma fundamental para conducir con viento: más precaución y menos velocidad. El coche tendrá un mejor agarre a la carretera y la reacción ante una ráfaga fuerte será mucho más sencilla. Asimismo, para conducir con viento es recomendable un régimen alto de revoluciones (yendo en marchas cortas) porque la capacidad para controlar el vehículo aumenta.

Un coche en una carretera con viento y lluvia.

4. Firmeza y suavidad

Agarra el volante con fuerza para que los cambios repentinos en la velocidad o la dirección del viento no se traduzcan en bandazos. A la vez, haz movimientos lo más suaves posibles, intentando corregir el empuje del viento con la dirección del volante. Todo ello es especialmente necesario en el caso de conducir una moto.

5. Circula por el centro del carril

Cuando toque conducir con viento, colócate con en el centro del carril y vigila el empuje lateral del viento. Si estás en uno de los dos extremos del carril, una ráfaga inesperada podría hacerte invadir el carril contrario o acabar en la cuneta. Pon especial cuidado en carreteras secundarias, que son más estrechas y ofrecen menos espacio para reaccionar.

6. Cuidado con los adelantamientos

Cuando vayas a hacer un adelantamiento, el viento fuerte puede ponértelo difícil. Si pega de frente, frenará notablemente la velocidad del vehículo cuando salgas de detrás de la protección del precedente. Ten en cuenta esto para calcular el tiempo que tardarás en hacer la maniobra.

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Si el viento es lateral (especialmente cuando adelantas a camiones y autobuses), la cosa se complica aún más, doblemente para las motos. Si te viene por el costado derecho, el empuje desaparecerá de pronto al ponerte a la altura del vehículo adelantado: como estabas corrigiendo la dirección con el volante, en ese momento corres el peligro de acercarte en exceso al vehículo, como si de repente fueras absorbido. Una vez superado, el viento reaparece, con lo que el regreso a tu carril se dificulta.

En caso de que el viento venga de la izquierda, también puede empujarte hacia el vehículo que quieres superar.

7. Túneles y puentes

Cuando entras en un túnel dejas de estar sometido a la fuerza del viento y estás mucho más protegido, pero el peligro reaparece cuando sales del túnel. Y aumentado: no sabes si en ese punto el viento es mayor y ha cambiado de dirección.

En los puentes también hay que extremar la precaución porque las corrientes de aire suelen ser mucho más inesperadas, ya que te encuentras en un punto mucho más expuesto.

8. Peligro mayor para los SUV

Son los coches de moda y (casi) todo el mundo quiere uno, pero también tienen sus desventajas. Entre ellas, por ejemplo, que son más altos y su centro de gravedad está también más elevado. Por eso, conducir con viento un todocamino a veces puede resultar complicado. Por otra parte, su peso elevado contrarresta en parte esta desventaja.

Por supuesto, nada de llevar baca o un portabicis en días de viento: la estabilidad será muchísimo menor.

9. Atención a obstáculos inesperados

Las consecuencias de un temporal de viento son a veces desastrosas: árboles caídos, papeleras por las calles, bolsas volando, hojas y arena en la carretera… Elementos que nos pueden hacer chocar (directamente) o perder adherencia con el asfalto. Hay que estar vigilantes y, a ser posible, evitar zonas con árboles. Para las motos, la presencia de estos objetos pueden provocar con mayor facilidad un accidente.

10. Cuidar los neumáticos

Los neumáticos siempre tienen que estar en buen estado, pero en situaciones adversas todavía más: es lo único que te sujeta a la carretera. Comprueba la presión y la profundidad del dibujo.

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Sergio Amadoz

Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).

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