Las dashcam o cámaras que se colocan en el salpicadero de los coches están de modas. Su utilidad es indudable, ya que graban todo lo que sucede delante del coche, pero ¿son legales en todos los países?
En España existe una cierta alegalidad en su uso, ya que depende del tipo de grabación, para qué se utilice y cómo, según explica ARAG. ¿Qué pasa en el resto de Europa?
Más información
Por ejemplo, Portugal ha prohibido totalmente usar dashcam en sus carreteras. La razón reside en la protección de datos, ya que el país vecino considera que estas cámaras de salpicadero violan la privacidad al grabar a personas, de manera ilegal, en espacios públicos.
La ley portuguesa especifica que no se pueden instalar cámaras privadas en vías públicas u otros lugares que no pertenezcan exclusivamente al responsable de esa cámara. Por lo tanto, llevar una dashcam en el coche puede conllevar el pago de importantes multas.
El vídeo del día

Otros países que siguen esta lógica son Suiza o Austria. En el primero, el uso de dashcam no está prohibido, pero sí fuertemente regulado para priorizar la protección a la privacidad del resto de las personas. En Austria, estas cámaras para el salpicadero del coche están clasificadas como videovigilancia ilegal, por lo que utilizarlas costará entre 10.000 y 25.000 euros.
¿Las ‘dashcam’ se pueden usar?
Y, al contrario, en Alemania sí que se pueden utilizar estas cámaras siempre y cuando se grabe durante periodos cortos de tiempo y no se publiquen en internet los vídeos en los que se puedan ver las matrículas de otros vehículos o, directamente, terceras personas.
En España, un informe jurídico emitido por la AEPD concluye que se pueden realizar dichas grabaciones y usar dashcam, pero siempre con cautela y aplicando el principio de minimización. Por ejemplo: que solo se grabe en caso de producirse un hecho concreto, por activación manual o que únicamente se graben imágenes exteriores desde frontal del vehículo.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram