En el circuito eléctrico de un motor de gasolina, la bobina de encendido cumple una función esencial. Y cuando su funcionamiento es defectuoso provoca una avería que afecta a la marcha e incluso puede inmovilizar el vehículo impidiendo su arranque.
La bobina de encendido solo es necesaria en las mecánicas de gasolina porque las de gasóleo no las necesitan al detonar el combustible mediante la compresión de la mezcla en los cilindros. Por el contrario, en los motores que funcionan con gasolina, hace falta una chispa proporcionada por las bujías para que se produzca la explosión.
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La bobina de encendido se ocupa precisamente de suministrar la electricidad necesaria para producir esa fuerte descarga entre los electrodos de la bujía. En concreto, convierte la tensión de baja intensidad suministrada por la batería en una corriente de alta tensión, imprescindible para producir una chispa lo suficientemente potente para inflamar el combustible.
Causas de la avería
Consistentes en una madeja de hilo de cobre incluida dentro de una carcasa aislante, existen cinco tipos de bobina de encendido dependiendo del motor que se trate.
La clásica y más antigua es única y distribuye la corriente a todas las bujías, pero también existen las del tipo lápiz (una para cada bujía), las dobles (gemelas para cada dos bujías), las modulares o de rampa (similar a las anteriores pero montadas en un solo bloque) y las del tipo doble independiente (parecidas pero que se pueden cambiar por módulos separados).
La avería de una bobina de encendido puede deberse a varias causas. La más frecuente son por el propio desgaste de las bujías a lo largo de los kilómetros, lo que provoca una resistencia excesiva a la corriente eléctrica y una sobretensión en la bobina que termina por sufrir un cortocircuito.
Además, las vibraciones del motor, un sobrecalentamiento debido a la exposición a elevadas temperaturas o una filtración de algún líquido (agua, aceite…) en el interior de su carcasa o en los cables de conexión también pueden deteriorarla.
Cómo detectar el fallo
¿Y cuándo hay que cambiar una bobina de encendido? El conductor puede identificar fácilmente algunos indicios de que quizá es hora de reponer este importante componente. Una pieza que, como otras muchas del vehículo, son susceptibles de desgastarse con el uso.
Un consumo excesivo, exceso de humo negro saliendo por el escape, dificultades al arrancar el motor o que se cale con frecuencia, un régimen de ralentí anómalo, tirones al acelerar o que se encienda el aviso luminoso de avería en el cuadro de instrumentos suelen ser síntomas de algún fallo de esta pieza básica en el sistema eléctrico del automóvil.
Ante la detección de cualquiera de estos fallos, lo recomendable es acudir a un taller especializado donde detectarán un probable fallo en las bobinas de encendido mediante las adecuadas herramientas de diagnosis y confirmarán si ya es hora de sustituirlas. Una reparación que puede costar, según el tipo de motor, entre los 50 y 500 euros.
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